Por Gabriel Michi (*)
La «grieta». La tan mentada «grieta». Ese quiebre que se ha dado y ha potenciado en los últimos años en la Argentina no es un fenómeno excluyente de este país. Muy por el contrario, la polarización es un fenómeno que se va extendiendo, como una mancha venenosa, cada vez más por el planeta.
Pero Argentina ya no es sólo el campeón mundial por la conquista que su Seleccionado de fútbol le dio en Qatar 2022, sino también como el país donde las personas perciben que se da la mayor polarización política de toda la tierra.
Por lo menos así surge del estudio Edelman Trust Barometer 2023, realizado entre 32.000 personas de 28 países. Allí, seis países del Mundo aparecen «severamente» polarizados: a la cabeza figura Argentina y le siguen Colombia, Estados Unidos, Sudáfrica, España y Suecia.
En todas y cada una de esas naciones hay fenómenos particulares de política doméstica que han llevado a un clima de mayor división hacia adentro de sus sociedades. Quizás una de las muestras más evidentes -por su escala y su peso específico- sea el de los Estados Unidos donde la pele entre demócratas y republicanos se potenció por la disruptiva y divisionista figura de Donald Trump. Pero en Argentina también quedó al desnudo en las últimas elecciones presidenciales en las que un candidato outsider como Javier Milei, ganó el ballotage con el 56% de los votos.
En el estudio para poder detectar la polarización en cada país, se midió «en función del porcentaje de encuestados en cada país que ven divisiones profundas y sienten que esas divisiones están arraigadas». Así, para llegar a la calificación final se sumaron dos porcentajes: el de «división» de un país, es decir, el porcentaje que cree que su país está muy o extremadamente dividido, y el de «arraigamiento», es decir, el porcentaje de los anteriores encuestados que no cree que su país pueda superar sus divisiones, según detalla Statista.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sostiene, a su vez, que «con base en lo que vemos en las noticias y las redes sociales, es fácil concluir que las sociedades latinoamericanas y caribeñas están más divididas que nunca. El malestar social, las contiendas electorales reñidas y el estancamiento legislativo a menudo se atribuyen a los altos niveles de polarización». El organismo afirma que, si bien «la creciente polarización política es una tendencia mundial», la región de América Latina y el Caribe es donde más creció este fenómeno en los últimos 20 años.
En el caso argentino se dan también otras particularidades, según el estudio de Edelman. Por ejemplo, está en sus mínimos históricos en cuanto a las esperanzas de los consultados sobre si él y su familia va a estar mejor en 5 años: apenas un 43% sostuvo esa mirada optimista, un 17% menos que en la anterior medición, caída sólo superada por Colombia (22%) de todos los países consultados.
Por otro lado, Argentina aparece no sólo al tope de los países «severamente polarizados» sino que, encima, los ciudadanos no creen que esas divisiones se superen. El 64% de los argentinos sostuvo que su país está «más dividido que antes». Al igual que en Brasil y Colombia, el 64% de los consultados argentinos consideran que los ricos y poderosos son los que potencian esas polarizaciones. Pero en el caso de esta nación es donde más responsabilizan a los líderes gubernamentales por estas divisiones: así lo señalan el 68% de los argentinos. También los periodistas (54%) como los líderes empresariales (40%) aparecen entre los responsables de la o las grietas graficadas por los sondeados.
En este estudio, Argentina aparece también como el país con más baja confianza en su gobierno: apenas un 20%. Ese mismo porcentaje se representa frente a los medios de comunicación que han caído en picada en la consideración pública al ritmo de la tan mentada «grieta» de la que o formaron parte, o fueron víctimas o la retroalimentaron. O todo eso junto. De los 28 países donde se hicieron las encuestas (más de 1.100 en cada caso), Argentina es la nación donde los medios gozan de la mayor desconfianza.
Así la Argentina encabeza el triste ranking de los países más polarizados en el Mundo. Con todos los riesgos y problemas reales que eso significa. Con divisiones que convierten en enemigos a los que simplemente piensan distintas. Y con una «grieta» que abduce todo y a todos.
(*) Editor de Política de Newsweek Argentina y director de MundoNews
Publicado en cooperación con MundoNews