El diputado nacional santafesino Esteban Paulón, miembro del bloque Hacemos Coalición Federal (que lidera Miguel Ángel Pichetto), dialogó con Newsweek Argentina y aseguró que oficialismo y oposición todavía están lejos de un acuerdo para que la Ley Ómnibus consiga su aprobación en general.
Según explicó, las facultades delegadas y las privatizaciones son los dos temas centrales en discusión, pero también señaló como factor decisivo a la coparticipación del Impuesto País y otras cuestiones fiscales que afectan a las provincias. “Ni el radicalismo ni nosotros vamos a acompañar una redacción que no compartimos”, advirtió.
“El Congreso no va a aceptar delegar por cuatro años sus funciones”
¿Qué falta para que la Ley Ómnibus se apruebe en general y se pase al tratamiento particular?
– Lo que está claro es que hay un marco general, que tiene sustento porque hay un dictamen que se firmó en las comisiones y se ha distribuido, y es como la cáscara de la Ley de Bases. Pero no hay acuerdo en el contenido, y por eso se viene demorando y postergando la sesión. Ahí hay un anuncio de que habría una reunión de Milei con los gobernadores para ver si puede destrabar algunos temas. Ayer no se avanzó más en la sesión porque no están los votos para aprobar las facultades delegadas y las privatizaciones, que son los dos puntos que el Gobierno quiere y necesita. Hoy el ritmo va a depender mucho de eso. Si la sesión se convoca para las 12.00 (siempre y cuando se reordene la cuestión política), se retomará la sesión, y el plan de labor es agotar la lista de oradores, que somos unos 150 que quedamos pendientes. Eso va a llevar hasta la medianoche y a la madrugada se votaría en general. Eventualmente, mañana se retomaría la sesión para el tratamiento en particular. Ahora, avanzar en una votación en general si no están acordadas las modificaciones que se van a ir haciendo, tal como se acordó reglamentariamente, va a ser complicado. Irían a un escenario en el que no tendrían acuerdos para la votación en particular.
Está claro que su bloque va a ser determinante en el número final. ¿Tienen una posición tomada respecto a las facultades delegadas al Ejecutivo, que es uno de los temas que hoy parecen trabar ese acuerdo?
– Sobre los dos temas. Tal como están planteados, no los estaríamos votando. Por eso no están los votos. Ni el radicalismo ni nosotros vamos a acompañar una redacción que no compartimos, y nos pasa en privatizaciones, donde el Gobierno intenta privatizar a libro cerrado cuarenta y pico de empresas sin explicarle nada a nadie. Y lo mismo nos pasa con las facultades delegadas, donde el Gobierno sigue con una estrategia y un esquema que se parece mucho a la suma del poder público.
Nosotros no estamos dispuestos a entregar esas delegaciones. Y falta que el Gobierno dialogue con los gobernadores el tema fiscal, que entiendo que es algo que también quedó pendiente, y nosotros vamos a insistir en la sesión. Por ejemplo, en el tema de la coparticipación del Impuesto País. También habrá que ver cómo se trabajan estos contenidos. Entiendo que todavía estamos un poquito lejos del acuerdo y por eso no están los votos. Si no, ya se hubiera votado.
Respecto puntualmente a las facultades delegadas, ¿el desacuerdo pasa por el tiempo de delegación? ¿Es por los sectores en los que se debe declarar la emergencia? ¿Cuál es el punto de conflicto?
– El tiempo de extensión está acordado. En el tema de los sectores hay alguna diferencia, pero menor. El problema son las facultades específicas. Nosotros planteamos que no se pueden delegar la reasignación de fondos de asignación específica; ni la reorganización administrativa, que es un eufemismo para hablar de disolución de organismos públicos y empresas del Estado creadas por ley (allí se incluyen el Conicet, el INTA, el INTI). Esto busca evitar la trampa de que se quiten artículos de la ley, pero con las facultades delegadas los puedan imponer de todas maneras. Por eso estamos en esa idea de acotar lo más posible las competencias delegadas, como para que esto no sea un cheque en blanco. Si no, lo que yo quito en Cultura para que no eliminen o intervengan el Instituto Nacional de Teatro, se lo voto en el artículo 5° cuando le voto la posibilidad de reorganizar administrativamente una entidad.
Lo que muchos analistas están señalando en estos días es que es altamente probable que la Ley de Bases que finalmente podría salir no tendrá el poder de reforma que el Gobierno buscaba y reclama, amparándose en el amplio voto popular que recibió en las últimas elecciones. ¿Usted coincide con esa visión?
– La Ley Ómnibus, tal cual la concibió el presidente, no existe más. Ya no existía en las comisiones, y era claro. No sé si es por inexperiencia; o porque nadie le quiere decir que no a Milei, nadie le explicó que la ley no tenía los votos y no podía ser enviada en esos términos. Y él insiste. Bueno…, en 40 años la democracia ha desarrollado anticuerpos para poner límites. La sociedad argentina votó con enorme inteligencia un Congreso para que controlara a un presidente que tiene un temperamento que entendió que era el necesario para los tiempos que venían, pero no se manos sueltas. El presidente, en lugar de enojarse con la realidad y hacer berrinches va a tener que aceptar que el Congreso es una institución autónoma, que le va a poner límites y con la cual va a tener que dialogar. Porque, si no, van a ser cuatro años muy difíciles por delante.