Irán, que niega querer fabricar una bomba atómica, incrementó fuertemente en los últimos meses sus reservas de uranio enriquecido, según un informe confidencial de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) consultado este lunes 26 de febrero por la agencia de noticias AFP.
El 10 de febrero, las reservas eran de 5,525.5 kilogramos (kg), en comparación con los 4,486.8 kg de finales de octubre, es decir, más de 27 veces el límite autorizado por el acuerdo internacional de 2015, que delimita las actividades nucleares de Teherán a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales.
En noviembre de 2022, Irán comenzó a producir uranio enriquecido al 60 por ciento en una planta en Fordo, provincia iraní de Qom, que reabrió en 2019 cuando Teherán comenzó a desligarse del acuerdo internacional con las grandes potencias sobre su programa nuclear.
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En ese entonces, criticaron que el nivel estaba muy por encima del límite de 3.67 por ciento fijado por el acuerdo de 2015 con el fin de evitar que Irán produzca un arma atómica. La fabricación de una bomba nuclear requiere un nivel de enriquecimiento de uranio del 90 por ciento.
PREOCUPACIÓN DE LA OEIA
La OIEA dio cuenta de sus “preocupaciones crecientes” por la capacidad de Irán de producir armas nucleares.
“Irán hizo unas declaraciones públicas sobre sus capacidades técnicas, lo cual refuerza las preocupaciones”, apuntó el director general de la OIEA, Rafael Grossi, quien instó a Teherán a “cooperar plenamente” con los inspectores de la ONU.
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Las relaciones entre ambas partes no han dejado de empeorar en los últimos meses. La República Islámica niega querer dotarse de la bomba, pero algunos miembros de la clase política iraní han hecho declaraciones alarmantes, indicó una fuente diplomática. En paralelo, Irán continúa con su escalada nuclear y cuenta ya con suficiente materia para fabricar varias bombas atómicas.
Irán dejó de respetar progresivamente los compromisos adquiridos en el marco de ese acuerdo desde que, en 2018, Estados Unidos decidiera unilateralmente abandonar el pacto, a iniciativa del entonces presidente Donald Trump. Las negociaciones emprendidas para intentar revitalizar el acuerdo se saldaron en fracaso en 2022.
Irán ha rebasado ampliamente el límite de enriquecimiento de las reservas de uranio, fijado en 3.67 por ciento, equivalente al que se aplica en las centrales nucleares para producir electricidad. Ahora dispone de 712.2 kg de materia enriquecida en un 20 por ciento y de 121.5 kilos en un 60 por ciento.
LAS RESERVAS DE URANIO DE IRÁN
En el caso del umbral de 60 por ciento, que se acerca al 90 por ciento necesario para fabricar un arma atómica, Teherán ha ralentizado la producción, tras haberla intensificado a finales del año pasado.
Por otro lado, Grossi “lamentó profundamente” que Irán no hubiera dado marcha atrás a su decisión de retirarle la acreditación a varios de sus inspectores.
Esa medida “sin precedentes”, anunciada en septiembre, “afectó directamente y agravó” la capacidad de controlar el programa nuclear iraní de la agencia de la ONU, advirtió en varias ocasiones la OIEA.
En este sentido, Grossi denunció que la República Islámica hubiera restringido su cooperación con la OIEA como nunca antes lo había hecho y denunció una “toma de rehenes”.
Frente a estas críticas, el gobierno iraní anunció la semana pasada que había invitado a Grossi a visitar Teherán en mayo, con motivo de una conferencia internacional sobre energía.
Publicado en cooperación con Newsweek en Español