Este fin de semana, la ciudad de Concepción, en Chile recibió a miles de personas para el Festival REC 2024, un evento gratuito que se erige como un ejemplo de cooperación entre lo público y lo privado para la región.
Mientras en Argentina crecen los cuestionamientos desde el Gobierno sobre el financiamiento a festivales y artistas bajo el lema “no hay plata”, del otro lado de la cordillera celebran la inversión del Estado para contribuir a la cultura y la economía local.
Uno de los escenarios principales del REC es el Teatro BioBío, el más grande de Chile. Nacido de un proyecto impulsado por las autoridades locales y financiado por el Gobierno chileno, hoy en día es manejado por una organización privada sin fines de lucro.
“El Estado transfiere recursos para el funcionamiento del teatro. Pero además, la corporación puede conseguir auspicios y hacer venta de tickets. Entonces es un cofinanciamiento que invita a los privados a participar en la mejora de vida de las personas”, destacó Francisca Peró, directora del Teatro BioBío, en una rueda con periodistas en la que estuvo Newsweek Argentina.
En este 2024, el REC celebró su 9° edición. Con un line up que contó con artistas argentinos como Él Mató a un Policía Motorizado, A.N.I.M.A.L. y Usted Señálemelo (Divididos iba a tocar pero debió bajarse por el accidente de su bajista), y la presencia de Los Bunkers, una de las bandas más destacadas de Chile, alcanzó un nuevo récord de audiencia: entre el sábado y el domingo, unas 250.000 personas participaron entre los cuatro escenarios.
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Esto no solo le dio un buen marco de público al festival, sino también que tuvo un impacto económico en la región: según estimaciones oficiales, la ocupación hotelera rondó el 90% y los comercios y gastronómicos tuvieron que aumentar su actividad por la alta demanda.
Manuel Lagos, director del festival, contó a este medio que en su edición 2022, el REC multiplicó por siete la inversión pública: “El derrame económico fue casi de 7.000 millones de pesos chilenos en la región en el fin de semana”. De acuerdo a las estimaciones, un 40% de la asistencia al evento son turistas de afuera de la región, ya sean de regiones aledañas o incluso otros países.
“Durante la semana también hay mucho movimiento, se toma la ciudad. Hay gente que se viene a pasar toda la semana, entonces los restaurantes abren hasta más tarde. Además tenemos el sello REC que tiene un enganche en hoteles, gastronomía, boliches y bares que se adhieren con descuentos para recibir a visitantes”, agregó.
Tanto para Peró como para Lagos, el festival es “una forma de representar un cierto patrimonio que la gente de la región y la ciudad queremos sentir”. Es que Concepción es un lugar marcado por la música, cuna de grandes bandas como Los Bunkers o Los Tres, y con un gran flujo de juventud y rebeldía por su universidad.
“El primer festival fue la representación de ese mito: del qué pasa acá, por que salen bandas de acá y no de otros lados”, expresó Lagos. Su crecimiento no solo se mide en el público, sino también en la experiencia: hoy cuenta con cuatro escenarios (tres al aire libre), con una impronta privada, ya que cada uno cuenta con sponsors que lo acompañan.
Al respecto, mientras en Argentina se pone el foco en los gastos del Estado en la cultura y su acceso, en Concepción remarcan la importancia de contar con eventos como el REC.
“Nadie cuestionaría una inversión pública en un hospital o en una carretera para que pasen autos. Las personas necesitamos muchas otras cosas para vivir dignos y felices, y el acceso a una experiencia cultural tiene que ver con eso”, expresó Peró.
“El público aprecia que es gratuito. Una entrada a un festival así costaría mucho dinero, pero es bonito ver que el público es diverso y que de verdad es una acción que las personas tengan un acceso a una experiencia cultural que fomenta el emprendimiento local”, sumó Lagos.