El análisis de Darío Lopérfido, desde España
Un verdadero escándalo de “corrupción” sacude a España: la Justicia de ese país decidió hace algunas semanas investigar a Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por presunto tráfico de influencias.
La acusan de trabajar para empresas internacionales que, gracias a un supuesto lobby suyo, lograron que el Estado les otorgara contratos e importantes beneficios impositivos. Los opositores a Sánchez aseguran que hay allí un caso de “incompatibilidad” y “corrupción”; el oficialismo sostiene en cambio que se trata de “lawfare” por parte de los medios y la Justicia.
En ese marco, la semana pasada el mandatario y líder del PSOE publicó en sus redes sociales un mensaje en el que aseguraba estar muy angustiado por la situación que enfrentaba su esposa y le pidió al rey Felipe VI algunos días para evaluar si renunciaba o no a su cargo. Mientras tanto, movilizó a su partido en busca de apoyo y, finalmente, anunció que no renunciaría.
En exclusiva para Newsweek Argentina y desde España, Darío Lopérfido, coordinador de la Cátedra Vargas Llosa y exsecretario de Cultura, analizó esta situación y sus posibles efectos en ese país y en Europa.
“CHAVISMO A LA ESPAÑOLA”
Para el intelectual argentino, “hay una coincidencia total en España y en Europa (y también en buena parte del mundo) en que la jugada de Pedro Sánchez de anunciar que estaba pensando en renunciar y luego no renunciar ha resultado grotesca”.
En ese sentido, explicó: “Muchos creen que lo que Pedro Sánchez quiso hacer fue anunciar que quizás renunciaba porque estaba de por medio el amor por su esposa. Vale recordar que a su esposa la estaba criticando con bastante justicia, porque publicaron cartas que ella mandó a funcionarios que luego favorecieron a ciertas empresas. Había lo que habitualmente se llama ‘conflicto de intereses’: la esposa de un presidente no puede estar trabajando con empresas que luego tienen un beneficio por parte del Estado. Y por eso se inició una causa judicial que llevó a Pedro Sánchez a decir la semana pasada que podría llegar a renunciar”. Sin embargo, “luego, dijo que no iba a renunciar”.
“Lo que muchos rescatan es que se trata de un comportamiento muy típico de los populismos latinoamericanos porque, además, ahora que dijo que no iba a renunciar, atacó a los medios y a la Justicia. Y eso ya sabemos que es un discurso permanente del Foro de San Pablo, del chavismo. Es lo mismo que dijo en su momento la dictadura venezolana; lo mismo que dijo Correa; lo mismo que dijeron los kirchneristas en Argentina, que siempre se enfocaron en los medios y la Justicia”, consideró Lopérfido.
La comparación no es exclusivamente suya. “Es un panorama tan delicado que muchos medios aquí en España lo llamaron ‘peronista’ o dijeron que tuvo ‘una actitud peronista’. Esto deja a Pedro Sánchez como una persona que solo maniobra en su favor, incluso cuando mucha gente le creyó que estaba angustiado por lo de su esposa. Bueno…, cuatro días después dio señales de que no estaba tan angustiado. No renunció y salió a hablar en contra de la Justicia y de los medios”, relató.
Esta preocupación, aseveró, está amenazando con expandirse a todo el Viejo Continente; o al menos así lo interpretan Lopérfido y otros intelectuales en suelo europeo. “Hay preocupación en Europa por esa deriva. Hubo artículos muy negativos, muy fuertes contra Pedro Sánchez en varios países, como Alemania, Bélgica, EEUU, y en medios importantes. Lo que pasa es que, claro, lo que es normal en Latinoamérica, esto de que los presidentes se van afincando en el poder y primero van haciendo demagogia, y después hablan de que los medios lo atacan, y después que los jueces los perjudican, no es nada usual en Europa”.
El señalamiento de Sánchez hacia los medios y la Justicia, esta apelación al lawfare parece ser, según indicó, uno de los puntos que evidencian la implementación de un modelo que le recuerda al populismo latinoamericano.
“Por un lado es preocupante y por el otro, interesante de ver hacia donde va esta especie de deriva de Pedro Sánchez. Vale aclarar, además, que en España, quienes conocemos sus medios sabemos que hay algunos que son opositores y otros que son muy oficialistas. El diario El País, por ejemplo, es increíblemente oficialista, como muchos canales de televisión. “Lo que dice Pedro Sánchez en este caso también es falso por esa misma razón, aquí hay medios opositores y oficialistas. Sus palabras en todo caso pueden referirse a los medios opositores y buscan uniformar el panorama periodístico de España”, analizó.
El Podcast de Newsweek Argentina, por Darío Lopérfido: «Ser un paria por disentir»
Siguiendo esa línea, subrayó: “Vamos a ver cómo evoluciona, pero hay un sentimiento de que se trató de una maniobra demagógica de Sánchez, pidiéndole a la gente que fuera a pedirle que se quede. Pero lo que hubo fue una pequeña manifestación de 3.000 personas, militantes de su partido, el PSOE. No hubo mucha gente que le pidiera que se quede; pero él lo interpretó así”.
“Una actitud bastante latinoamericana, en el mal sentido, la escena de Sánchez. Y digo ‘latinoamericana’ en el sentido de los Maduro, los Kirchner, los Correa y toda esta gente. Vale recordar que el que está al lado de Sánchez es Zapatero, que claramente fue un empleado de Maduro. Se pasó mucho tiempo en Venezuela y algunos dicen que ganó dinero allí”, afirmó Lopérfido.
Finalmente, opinó que el caso de Sánchez y su esposa es un claro síntoma de un fin de ciclo. “Todo esto muestra el declive de un partido que supo ser moderno, con Felipe González. El PSOE produjo una importante modernidad en España. Hoy está frente a esta especie de debacle de partido que adora a un líder, que le da todo el poder a ese líder, y que ese líder hace lo que se le da la gana”.
Y concluyó: “Es algo que hay que observar, porque si esto se impone en España, podría empezar a repetirse en otros países este modelo, por decirle de algún modo, chavista”.