(Reuters) – Las medidas de ayuda adoptadas por Brasil tras las históricas inundaciones que asolaron el estado de Rio Grande do Sul tendrán un impacto fiscal de 7.700 millones de reales (unos 1.490 millones de dólares) para el Gobierno federal, informó el miércoles el ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
La mayor parte del impacto provendrá de la inyección de 5.500 millones de reales en un fondo de garantía que respalda el Programa Nacional de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Pronampe).
Inundaciones en Brasil: el testimonio de un argentino que vive en Porto Alegre
Las lluvias torrenciales y las consiguientes inundaciones en el estado más meridional de Brasil han causado una devastación sin precedentes en los últimos días, con 107 muertos y más de 165.000 desplazados.
«Esto no acaba aquí», subrayó el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el mismo acto, añadiendo que las necesidades de Rio Grande do Sul se verán en toda su magnitud cuando bajen las aguas.
Haddad dijo que se destinarían 4.500 millones de reales a concesiones de garantías, con el objetivo de aprovechar estos recursos para ofrecer créditos de hasta 30.000 millones de reales a empresas de este tamaño.
Además, se destinarán 1.000 millones de reales a la bonificación de intereses dentro del Pronampe, y el ministro subrayó que los esfuerzos de reconstrucción requerirán, en algunos casos, el cobro de intereses cero.
Una propuesta aprobada por el Congreso allanó el camino para que los gastos relacionados con la catástrofe no se incluyeran en el cálculo del objetivo oficial del Gobierno de eliminar su déficit primario este año.
Sin embargo, como las medidas también implican nuevos gastos, ejercerán presión sobre la deuda pública, un impacto que la ministra de Planificación, Simone Tebet, dijo a Reuters que se consideraba marginal.
Haddad dijo que el Gobierno también aplicaría otras medidas que no afectan al saldo primario, como la anticipación de prestaciones y devoluciones del impuesto sobre la renta, y la suspensión de pagos de la deuda.
En total, considerando el apalancamiento previsto en los programas de crédito, el Gobierno calcula que las medidas anunciadas inyectarán 51.000 millones de reales en la economía.
(Fuente: Reuters – Reporte de Marcela Ayres; Editado en Español por Ricardo Figueroa)