El Gobierno avanza en la quita de subsidios para las tarifas de luz y gas. Este martes, anunció que habrá un “período de transición” para pasar de un régimen de subsidios generalizado a uno “focalizado en usuarios vulnerables”.
La medida fue establecida a través del Decreto 465/2024, publicado en el Boletín Oficial, el cual estableció un plazo de transición de seis meses, desde el 1° de junio hasta el 30 de noviembre de 2024.
Dicho período podrá ser prorrogado “por única vez” por seis meses más “en función de la evolución de la situación económica general y la dinámica del sector energético”, advirtieron.
Milei busca dar marcha atrás con la rebaja de Ganancias que votó en el Congreso
La normativa también realiza modificaciones a lo instituido en el Decreto 332/2022, que segmentó a los usuarios según su capacidad económica en tres niveles: N1 (ingresos altos), N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios).
Al respecto, la administración de Javier Milei dejó sin efecto los límites respecto del precio mayorista en el componente de la energía de los grupos N2 y N3, que eran del 40% y el 80% sobre la base del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) respectivamente, para “trasladar, progresivamente, a los usuarios finales los precios y tarifas reales de la energía”.
Además, la Secretaría de Energía tendrá la facultad de establecer bonificaciones o descuentos a los usuarios de ingresos bajos y medios; como también de establecer nuevos topes de consumo máximos subsidiados para estos dos grupos.
“Durante dicho período de transición, se monitoreará la evolución de todas las variables en juego, cruces de información, se impulsará el reempadronamiento y la actualización del RASE (Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos) a fin de asegurar que los usuarios estén en el segmento correspondiente según su nivel de ingresos”, agregaron en un comunicado.
Según el Gobierno, “los regímenes de subsidios generalizados no distinguen entre usuarios residenciales y comerciales, y benefician a quienes no necesitan tal apoyo en perjuicio de los más vulnerables, además de fomentar un consumo ineficiente y de dilapidar los recursos naturales y económicos del Estado Nacional, con emisión monetaria”.
También consideraron que “cualquier subsidio que se otorgue a usuarios comerciales o industriales produce distorsiones en la cadena de formación de precios”.
Por su parte, los subsidios focalizados “buscan garantizar el acceso al consumo indispensable sólo a aquellos hogares que realmente lo requieran y lo necesiten, a la par que incentivan un consumo eficiente, en la medida en que el exceso al consumo indispensable se debe pagar a costo pleno, todo lo cual también redunda en eficiencias para el gasto público”.
“En época de escasez y de ajuste de los recursos del Estado, es necesario rever y reordenar los subsidios, de manera progresiva, para contribuir al equilibrio fiscal sin descuidar la ayuda a los usuarios vulnerables”, remarcaron.