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Cómo el cambio climático afecta a los derechos reproductivos de las mujeres: avances y retrocesos en América Latina
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Cómo el cambio climático afecta a los derechos reproductivos de las mujeres: avances y retrocesos en América Latina

El cambio climático es una de las principales preocupaciones a nivel mundial. Cada vez son más los países que deciden tomar acción para combatirlo, no solo por lo que genera en el medioambiente, sino también en las personas, pero especialmente en las mujeres.

Catalina Martínez Coral, vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos, dialogó con Newsweek Argentina sobre cómo esta problemática tiene una implicancia negativa en los derechos de las personas gestantes

Además, se refirió a cuál es la situación de Argentina y América Latina en materia de derechos de las mujeres; y la acción que Chile y Colombia impulsan para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para tomar acciones en mejorar sus condiciones.

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Primero, contanos cómo afecta la crisis climática a los derechos reproductivos de las mujeres.

Lo que hemos estado viendo y lo que hemos estado comentando, no solamente desde el Centro de Derechos Reproductivos sino desde diferentes organizaciones que trabajan derechos de las mujeres, es que la crisis climática está afectando de manera desproporcionada la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

Por crisis climática hablamos de todo aquello que está impactando el ambiente: desde la contaminación del aire hasta incendios forestales, epidemias que están surgiendo precisamente por las altas temperaturas, y también hablamos de todo aquello que degrada el medio ambiente como por ejemplo uso de pesticidas. 

Entonces estamos viendo que estas crisis climáticas muchas veces provocan desplazamientos, una situación que exacerba la violación de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Primero, porque crece la violencia sexual, se dificulta el acceso a salud sexual y reproductiva. 

Ese es un daño indirecto, pero también hay otros directos, como por ejemplo el uso de agrotóxicos que degrada el medioambiente. Se han documentado abortos involuntarios, o sea pérdida de embarazos que se dan por el contacto con estos químicos; de infertilidad; de malformaciones fetales inclusive hasta en siguientes generaciones.

Estamos viendo que efectivamente las mujeres y las personas con capacidad de gestar tienen un impacto diferenciado de la crisis climática. Por eso se inició una intervención que hicimos ante la CIDH para que se reconozca que existen esos impactos diferenciados, porque si nadie los pone sobre la mesa pues no van a existir, no van a quedar documentados. Al que se documenten y que se reconozca que estos impactos existen, queremos que efectivamente hayan unas recomendaciones que nos permitan tener enfoque de género en la lucha contra el cambio climático.

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¿Qué impacto puede tener que la Corte Interamericana haga caso a este pedido? ¿Qué acciones pueden tomar los países u otras organizaciones internacionales por esta problemática?

Lo primero que hay que saber es que lo que está haciendo la corte en ese momento es utilizar una competencia muy poderosa que tiene que son las opiniones consultivas, que es diferente de los casos individuales.

A la corte llegan casos individuales contra Estados, pero la opinión consultiva lo que hace es que haya Estados, en este caso Chile y Colombia, que le piden a la Corte que interpreten la Convención Americana sobre un tema en específico y que diga cuáles son las obligaciones de todos los Estados que han ratificado la Convención frente este tema en específico.

En este caso, lo que Chile y Colombia hacen es decirle a la Corte que estamos en crisis climática, que esto sin lugar a dudas está teniendo un impacto en los derechos humanos, y que se necesita que al ser supervisora de este tratado, diga cuáles son las obligaciones de todos los Estados para hacer frente a este tema.

Lo que se está haciendo es que la Corte va a decir: “Bueno, frente a la crisis climática las obligaciones de todos los Estados son estas”. El Centro de Derechos Reproductivos lo que está haciendo es asegurarse de que dentro de esa serie de obligaciones quede un enfoque de género y de derechos sexuales y reproductivos.

Si esto llega a ser así, ¿cuáles son las recomendaciones que puede hacer la Corte?

La Corte, en una opinión consultiva, deja claro primero cuáles son las obligaciones. Eso es de obligatorio cumplimiento para todos los Estados. Y segundo, hace una serie de recomendaciones que le permitan a los Estados adecuarse a esto que la corte está diciendo.

¿Qué estamos esperando nosotros? Que la Corte, por ejemplo, le pida a los Estados que erogen leyes que están obstaculizando acceso a servicios de salud mental y reproductiva; que regulen el uso de tóxicos que estén afectando la salud reproductiva; que cambien la carga de la prueba en estos casos, para que si una persona pierde un embarazo por el glifosato no sea esa persona la que le tenga que probarlo, sino que sea el Estado para quitarle un peso a esas personas.

Le estamos pidiendo a la Corte también que le exija y garantice que los Estados tengan políticas públicas de acceso a salud sexual y reproductiva, que tengan enfoque diferencial y que puedan llegar a diferentes partes de los territorios y no se concentre solo en las grandes ciudades.

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Además de los derechos reproductivos, el cambio climático también aumenta los casos de violencia de género.¿Qué nos puedes contar sobre eso?

Sobre todo ocurre en los casos en donde la crisis climática desencadena otro tipo de violaciones, como por ejemplo el desplazamiento forzado. Hay una situación de crisis climática, se da un desplazamiento forzado de la población y en esa migración se crea un contexto en donde se facilitan los casos de violencia ajena.

Se ve cómo crecen los números, cómo hay mayor índice de violencia sexual y menos acceso a protocolos de atención a víctimas de violencia sexual, precisamente porque se encuentran en estado de desplazamiento. Ese es uno de los ejemplos más claros.

¿Cuál es el punto de partida de Chile y Colombia para iniciar este reclamo ante la CIDH?

Son estados que están comprometidos con la agenda del desarrollo medioambiental. Tanto los Gobierno de Chile y Colombia tienen banderas que están alrededor de la justicia medioambiental, y teniendo en cuenta que se está viendo los impactos en los últimos años, cómo los impactos cada vez son mayores, cómo la degradación medioambiental cada vez es más alta, cómo cada vez tenemos más pandemias que por supuesto se dan por altas temperaturas y demás, esto ha hecho que decidan ponerse la bandera de decir bueno, necesitamos tener un marco de derechos humanos para la región que sea claro y que venga del órgano más importante frente a los derechos humanos, que es la Corte Interamericana.

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En este contexto, ¿cómo ves la situación de los derechos de las mujeres en el continente?

La región ha ido teniendo unos avances importantes en derechos reproductivos en particular. Empezamos con Argentina con el aborto legal, en México hay unas ganancias muy importantes de parte del Estado, Colombia tuvo un gran paso, vemos Chile que está tratando el aborto legal, estamos viendo a las ecuatorianas tratando de avanzar por lo mismo.

Yo creo que eso más allá del compromiso político de los Estados, también está la fuerza de la sociedad civil organizada. Esas ganancias, si bien nos las dimos en la Corte, en el Congreso o donde haya sido, son el resultado de la fuerza colectiva del movimiento feminista, de haber puesto esta discusión en la agenda pública, de haberlo hecho un tema de la democracia, un tema de la sociedad.

Estamos viendo ahora una regresión en los Gobiernos, y yo no digo que no hay que tener cuidado y no hay que estar muy cuidadosas con toda la regresión que pueda venir. Pero los derechos son derechos constituidos que tenemos que defender; y tenemos una sociedad civil organizada para defender los derechos que hemos conquistado. A nosotras nadie nos ha regalado nada, todos los derechos los hemos conquistado y todos los hemos defendido. Ahora vamos a pasar una fase de defensa sin lugar a dudas y ojalá seamos victoriosos.

Con respecto a la Argentina, tras el cambio de Gobierno se está poniendo nuevamente en duda la legalidad del aborto. ¿Qué mirada tenes de lo que pasa en el país?

Me parece una situación muy desafortunada que un Gobierno trate de retroceder en derechos alcanzados. Porque recordemos que estamos hablando de derechos, que además permiten que las mujeres vivamos en dignidad.

Argentina ha sido la cuna de los avances del feminismo, y un Presidente y un Gobierno que está en contra de eso, pues en realidad está en contra de derechos humanos. Por eso mismo yo esperaría que el Congreso dé la talla en defender lo que son los derechos fundamentales que las mujeres debemos gozar. Y que la sociedad siga siendo una defensa importante frente a las conquistas de derechos que hemos alcanzado.

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