El Congreso aprobó la Ley Bases y luego de 200 días en el poder, el Gobierno de Javier Milei consiguió tener su primera normativa. Pero más allá de los números y de la aprobación en sí, ¿qué significa este logro para la gestión libertaria?
Para entender cómo impacta en el oficialismo el haber conseguido la Ley Bases, Newsweek Argentina conversó con el analista político, Federico González quien compartió su análisis.
Lo primero que señaló fue que «el resultado para mí se esperaba no sé si con esa amplitud» y marcó: «Cierra un ciclo que empezó hace mucho tiempo». «Y que me parecía que ponía a la gestión del Gobierno en una zona de que había algo que se esperaba definir y no se definía».
«Ante eso se estaba en un momento en el que el presidente no tenía todos los elementos que él había pedido. Entonces, ante ese marco era difícil evaluar su gestión», indicó y señaló: «Esta idea de ‘ponen palos en la rueda’, ‘la casta imposibilitante'» por lo que «quedaba la duda si la gestión no avanza por debilidad intrínseca en la gestión o por un factor exógeno que es lo que no se le está dando respecto de lo que el presidente pide».
«ES UN MOMENTO DE ÉXITO DEL GOBIERNO»
Tras su aprobación, una de las preguntas clave es si su sanción fortalece políticamente al Gobierno y cómo se sigue de ahora en adelante. Aquí sostuvo que «en el presente, que sería hoy en el día a día, es un gobierno que está claramente fortalecido porque al final termina logrando lo que proyectó».
Y añadió: «Parece que no hay oposición que pueda hacerle sombra a la voluntad del Gobierno, un Gobierno que tiene poco recursos naturales en términos de quórum, de legisladores y termina imponiéndose una vez más».
«Esto va en la línea del aval de la ciudadanía que se expresa a través de muchas encuestas». Por lo tanto, afirmó: «Yo creo que es un momento de éxito del Gobierno».
Y consideró que «lo que quedó de manifiesto, más allá del resultado del debate es que hay un parte de la biblioteca que dice con mucho entusiasmo que esto va a andar, otra parte que con mucho énfasis dice que no va andar y otra que dice, no sé pero tengo que ser cooperativo con un nuevo Gobierno que debe tener sus herramientas».
«Yo creo que esa discusión es muy difícil de zanjarla a priori», subrayó y desarrolló: «Para mí hay muchos elementos que podrían hacer pensar que esto va a ser bueno para el país y otros que no, que no va a ocurrir eso». Es por eso, que hizo hincapié en que «hay que ser prudentes y esperar los resultados».
Pero, adelantó: «Yo personalmente tengo más dudas que expectativas positivas» y puntualizó: «Desde el punto de vista teórico hay cosas que deberían ocurrir porque lo dice la teoría económica, otras que deberían ocurrir porque lo dice la teoría económica y van al revés, debido a que, la teoría económica depende de quién la esté diciendo».
En este punto, compartió: «Hay una sentencia respecto de la economía que dice, ‘la economía es la única disciplina en que le pueden dar el Premio Nobel a un economista por decir A y a otro economista por decir que A es un error».
«El PÁIS ESTÁ EN UNA SITUACIÓN DE MUCHOS PROBLEMAS»
Acerca del presidente, aseveró que «por supuesto, la presencia del pensamiento de Milei hace que muchos queden convencidos de sus argumentos porque a nivel argumental yo creo que es muy sólido en la retórica más que en la argumentación» y enfatizó: «Me parece que hay que esperar a que los hechos se empiecen a expresar».
Luego se centró en la Argentina y aseguró que «el país está en una situación de muchos problemas.
Y sobre Milei, recalcó: «El presidente tiene un tono de que no hay esos problemas, como que tiene todo controlado». «Pero no se sabe si está todo controlado o no», planteó y agregó: «Creo que no es ilógico pensar que hay cosas que no están controladas».
¿CUÁLES SON SUS DUDAS SOBRE LA LEY BASES?
Respecto a «las dudas» que tiene sobre la Ley Bases, Federico argumentó: «En referencia al RIGI (el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones), coincido que es beneficioso para las empresas que vienen, pero no está claro que sea beneficioso ni para el país ni para el pueblo» y sostuvo: «¿Puede haber más inversiones? Sí, pero esas inversiones, ¿son las que derraman, son las que generan riqueza? Para mí ahí hay una duda».
Sobre el Impuesto a las Ganancias, «para el equilibrio fiscal que es una condición necesaria, está bien, pero lo que pasa es que para los bolsillos de los que tienen que pagar Impuesto a las Ganancias no está bien, es decir, es como otro golpe al bolsillo del ciudadano«.
Y agregó: «No de todos los ciudadanos, supuestamente de los que ganan más, pero estamos hablando de ganan más no tres millones sino 1.800.000, por lo que me parece que se complica a medida que van subiendo las escalas».
En cuanto al empleo, manifestó: «Yo no veo la relación causal entre temas como la prórroga del período de prueba y después la cuestión de que las empresas con poca cantidad de personal puedan tomarlo como monotributo, para mí eso no es crear trabajo genuino», ya que, «son empleos pero no del todo formales».
«Además con el riesgo de que los que son formales, el 55%, con esta ley se pueden precarizar», advirtió y aclaró: «No digo que va a ocurrir, no quiero ser sentencioso, pero podría pasar». «Vamos a decirle al revés: no hay ninguna que vea que esta es una medida reactivadora 100%», afirmó e insistió: «Tengo dudas de que vaya a andar».
¿QUÉ HUBIESE PASADO SI NO SE HUBIESE APROBADO LA LEY?
Respecto a qué hubiese pasado si no se hubiese aprobado la normativa, respondió que «estaríamos en un escenario en el que el presidente hubiese dicho que son ‘los degenerados fiscales’, ‘la casta política’ y otros calificativos a los legisladores» y añadió: «Si después la economía sigue estancada, como está porque yo creo que la economía está estancada, tendríamos a quien echarle la culpa».
«Me parece que lo más saludable para el Gobierno y para el país es que se haya aprobado», expresó y justificó: «Ahora el Gobierno no tiene excusas, tiene que conseguir los resultados y ojala que los consiga».
«Nadie está pensando ni queriendo que esto no se solucione porque si al Gobierno le va mal, aparte de esa frase de que nos va mal a los argentinos, el problema es que si a este Gobierno le va mal yo ya no sé cuál es la solución», alertó y puso el foco en que «no hay nada que se avizore como posibilidad superadora».
«En un país donde todo ha fracasado, esto todavía no ha fracasado y un fracaso más sería un golpe muy duro para el país y para los argentinos», aseguró.
Para concluir, al ser consultado sobre el respaldo de Milei respecto de la opinión pública, contestó: «Primer hecho que es fáctico, el 50% aproximadamente sigue apoyando al presidente» al tiempo que remarcó: «Ahí el tema es que a veces las cosas no son como parecen, una parte tiene el entusiasmo del que está consustanciado con la causa, es un apoyo firme, sólido, hasta diría en algunos casos incondicional».
«Pero otra parte, que para mí es la más importante de los que apoyan se explica en que no puedo darme el lujo de no tener fe, ya que, si descreo de esto es el abismo», marcó.
En consecuencia, lo definió «como un apoyo que tiene más que ver con la fe que con una expectativa racional de lo que puede pasar».