El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, liderado por Jorge Macri, tomó una decisión para las escuelas que dará que hablar.
En los jardínes de infantes y escuelas primarias no se podrán usar celulares durante las clases y tampoco en los recreos. En lo que respecta a los colegios secundarios, tendrán que estar guardados durante las clases salvo en el momento en que se realicen «actividades pedagógicas planificadas».
Acorde con el comunicado oficial, que se difundirá mañana jueves 8 de julio, el objetivo es «mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes».
Lo que se busca es «estimular la concentración» en los momentos de estudio y «promover la socialización» en los tiempos de esparcimiento.
En conferencia de prensa Jorge Macri explicó: «Queremos darle un marco a la escuela para que pueda negociar otros límites. Los docentes nos dicen que los alumnos se distraen. Hoy el maestro siente que no maneja el aula: el celular provocó una disrupción brutal».
«Los especialistas nos cuentan que hay chicos que no comen o comen muy rápido para poder seguir jugando con el celular», remarcó y sostuvo: «Queremos recuperar ese tiempo para que interactúen y conversen, porque estamos viendo problemas serios de expresión oral desde las salas de 2 y 3 años».
«La escuela puede hacer una parte, pero los adultos tenemos que volver a ser responsables en cómo usamos la tecnología con los chicos, por ejemplo en la mesa familiar», subrayó e hizo hincapié en que «recién estamos empezando a comprender los efectos de los celulares en nuestras vidas y en el desarrollo psicomotriz de los más chicos».
