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La otra semana, por Darío Lopérfido: Mayra Arena, el peronismo y la evidente mentira del “roban pero hacen”
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La otra semana, por Darío Lopérfido: Mayra Arena, el peronismo y la evidente mentira del “roban pero hacen”

La consultora política y militante peronista Mayra Arena, quien se volvió famosa hace unos años por ser una conferencista proveniente de una villa y analizar la pobreza desde adentro, fue denunciada por apología del delito.

En una entrevista en un canal de streaming, la dirigente elogió a la corrupción en la obra pública como motorizadora del desarrollo en los barrios populares. “Si las partes muerden de ahí entonces te conviene que haya un montón de esas cosas. Es de las corrupciones más transformadoras. Es el ‘roban pero hacen’. No me calienta”, sostuvo.

En diálogo con Newsweek Argentina, el exsecretario de Cultura argentino y actual coordinador de la Cátedra Vargas Llosa, Darío Lopérfido analizó este concepto y se expresó en duros términos sobre Arena, sobre el peronismo y sobre todos los populismos que esgrimen ese argumento.

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ROBAN Y NO HACEN

El análisis de Darío Lopérfido, desde España

“Yo no sabía quién era Mayra Arena hasta que se popularizó por una charla”, comenzó el intelectual argentino su análisis, y continuó: “Personalmente me pareció, como siempre me parecen estas cosas, que se le dio una fama desmesurada, porque era una chica que no decía cosas realmente importantes. Pero como venía de una villa y todo eso, movilizó la frivolidad de los medios que la ‘levantaron’ justamente como ‘una chica de la villa que hablaba de corrido’. Y eso era todo el titular, porque Mayra Arena tampoco es ninguna luminaria política, según el contenido de esa charla”.

Sin embargo, sostiene que su mirada fue cambiando en relación a su figura. “Pero después me empezó a parecer una persona horrible. Un día cruzó en Twitter a una buena persona como Marco Falcone, que tenía en ese momento a su madre y a su novia enfermas y se estaba ocupando de cuidarlas, y ella se burló de él en ese feo momento. Me pareció el gesto de una persona que, con esta declaración, termina de instalarse en el espectro de las personas espantosas”, aseguró.

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De todos modos, las diferencias con Arena son más profundas: “Ella habla bien del peronismo. Siempre me despierta una curiosidad muy grande cómo el peronismo colecciona con particular atención a estas personas espantosas, que dicen y hacen cosas espantosas. Como Mayra Arena”.

“La corrupción no sirve para nada. Probablemente su familia viva en la villa y ella haya vivido en la villa también después de muchos años de corrupción en la Argentina. La corrupción no hace que haya más obras. Y la prueba de eso es lo que pasó con el kirchnerismo: fueron completamente corruptos y dejaron el país desarmado de obras de infraestructura, en el que las rutas estaban rotas, en el que no había nuevos puertos, en el que no había tecnología en un montón de cosas”, esgrimió.

Siguiendo esa línea, continuó: “La corrupción, aparte de ser un delito, lleva a tomar malas decisiones. ¿Por qué? Porque el funcionario que toma una decisión vinculada a la corrupción no está pensando en hacer una obra para mejorar la vida de la gente, sino en ganar dinero”.

Y ofreció un ejemplo paradigmático: “Acuérdense si no de Lázaro Báez en la provincia de Santa Cruz, y una ruta que terminaba en el medio del campo, que no iba a ningún lado. Lanata la mostró una vez. Porque la corrupción no quiere que una ruta que sirva. Eso no importa. La ruta terminaba en el medio del campo y no iba a ninguna parte, pero Bárez la cobraba igual, o sea, Kirchner, que era su jefe y se quedaba con el dinero”.

“Fue una decisión malísima para beneficiar al corrupto Néstor Kirchner y al corrupto Lázaro Báez, a quienes les daba lo mismo. Con ese dinero podrían haber hecho muchísimas cosas útiles. Pero no, la corrupción te lleva a tomar decisiones siguiendo el interés de los corruptos y no el de los ciudadanos”, exclamó.

Pero además, señaló, “la corrupción mata gente, y más en un país como Argentina”. “Vale recordar la Tragedia de Once: 50 y pico de muertos y 800 heridos por actos de corrupción. En ese momento los subsidios para el transporte se entregaban y se los quedaban los funcionarios. Nada de todo ese dinero iba para mejorar la infraestructura ferroviaria. Entonces, no andaban los frenos del tren. Esto pasa siempre: esas cosas que hay que arreglar, al corrupto le parecen mal, porque prefiere hacer algo que le deje un retorno, y es por eso que mata”, analizó.

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En ese sentido, agregó: “También recuerdo las inundaciones en La Plata, en la época de Scioli como gobernador. ¿Cuánta plata para la corrupción hubo en esa provincia durante su mandato en lugar de para obras? Obras que podrían haber hecho para morigerar ese tipo de catástrofes. En todo el mundo llueve mucho, en todo el mundo hay inundaciones, pero en los países donde la plata no se gasta en corrupción y se invierte en obras, se invierte en planes y obras para dar respuesta”.

Y ofreció un ejemplo inverso: “De hecho, la Ciudad de Buenos Aires también se inundaba. Se hicieron obras para que no se inunde más la Avenida Juan B. Justo. Se inundaba mucho y alguna vez había producido desastres en las casas, muertos, era horrible”.

Pero volviendo al plano conceptual, consideró: “Esta cosa que se usaba mucho en los ‘90, el ‘roban pero hacen’, la repiten solamente los que quieren robar, o los que están cercanos al poder y un día quieren llegar al poder para robar. No existe esa lógica del ‘roban pero hacen’. El que roba está preocupado por robar, y para eso no necesariamente tiene que hacer. En cambio, el que hace está preocupado por hacer, y no por robar”.

“El peronismo históricamente ha inaugurado cualquier cosa, aunque no sirviera para nada, evidenciando un gran problema de prioridades. A un pueblo que no tenía ruta le pusieron un monumento a Néstor. Absolutamente todo lo que hace el populismo va en contra del ‘roban pero hacen’”, contó.

Y sentenció: “La única manera que un país tiene de crecer en infraestructura y de hacer, es que haya dirigentes que roben lo menos posible o que no roben. Si no, eso es incompatible, es imposible”.

Ser peronista o de izquierda otorga inmunidad para ser corrupto o abusador

Para Lopérfido, existen evidencias de que puede existir un sesgo ideológico en la proliferación de la corrupción. “Todos los presidentes de izquierda, los Kirchner, Lula, todos estuvieron en tramas de corrupción vinculadas a constructoras. ¿Mejoró la infraestructura cien veces? No, hacían obras para cobrar comisiones; era el único interés. Todos los regímenes lo hacen”, afirmó.

Y también recordó: “Quienes más repitieron esto de ‘roban pero hacen’ fueron los nazis. Cuando estaban en el gobierno, antes de la guerra, eran completa y absolutamente corruptos. ¡Corruptísimos! En ese momento había gente que, como Alemania venía de una crisis económica muy grande, decía ‘bueno, estos al menos hacen cosas’. Pero todo lo manoteaban los grandes jerarcas nazis. Y así terminó ese cuento…”.

“Con lo cual, Mayra Arena no solo es una chica de condiciones morales muy bajas, sino que, además, contrariamente a lo que nos quisieron vender cuando dio una charlita y nos la presentaron como una eminencia solo porque podía hablar de recorrido, es una chica bastante inculta y no puede fundamentar ninguna de las estupideces que dice”, opinó.

Y concluyó: “El problema es siempre el peronismo. El problema es que toda esta gente inmoral termina en el peronismo. Y cuando un día el peronismo accede al gobierno, todos estos entran al gobierno bajo ese dogma, el ‘robo pero hago’. Lo que terminan haciendo es robar y no hacer nada”.

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