Alejandro Montagna y Marcelo Vives son dos argentinos amantes de los desafíos extremos que rompieron un récord mundial al realizar el salto nocturno en caída libre más alto de la historia.
Los paracaidistas llevaron adelante esta hazaña al saltar desde la estratósfera, a unos 13.000 metros de altura, lo que les permitió alcanzar una nueva marca internacional.
“Fue muy zarpado. Tengo 4500 saltos, pero esto supera todos los hechos hasta hoy. Fue muy intenso, el frío, la velocidad, la máscara de oxígeno, el tiempo de caída libre”, reveló Alejandro tras esta hazaña.
Montagna y Vives llevaron adelante este desafío en Estados Unidos. Ambos abordaron un avión especializado desde el aeródromo WTS en Tennessee, junto con el paracaidista norteamericano Tylor Flurry y un equipo de especialistas.
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“Al principio, durante el primer minuto, Marcelo y yo no sabíamos si estábamos sobre la zona de aterrizaje o no. La visual era muy confusa desde tanta altura. Igual ya no había nada que hacer. Pero Taylor que conoce muy bien la zona, rápidamente identificó las luces de una prisión grande que está a unos 5 km, y al sur de eso vio las balizas de rescate marino que habíamos puesto sobre la pista”, relató sobre cómo fueron los primeros momentos tras el salto.
Entre las dificultades que debieron sobrepasar, estaba la falta de oxígeno, la gravedad al caer a 300 kilómetros por hora, y las bajas temperaturas, que rondaba los -60°C con una sensación térmica de -100°C.
Afortunadamente, los tres pudieron aterrizar bien. “A pesar de los vientos cruzados, bastante fuertes a baja altura, Taylor y yo logramos aterrizar a pocos metros de las balizas. Marcelo, que por procedimiento tenía que abrir 300 metros arriba nuestro, tuvo dificultades para llegar y por muy pocos metros no aterrizó sobre los árboles. Eso pudo haber sido un problema”, comentó a Infobae.
Si bien aún falta el anuncio oficial, Montagna aseguró que “el juez de la Federación internacional de aviación ya revisó los GPS sellados y nos homologó la altura de récord”.
De esta forma, los dos argentinos superaron lo hecho por el estadounidense Andy Stumpf en 2019, quien realizó un salto en caída libre nocturno desde 36.000 pies (poco más de 10.900 metros).
