Por Shannon McDonagh, de Newsweek
La Fórmula 1 está viviendo una temporada increíblemente impredecible, que mantiene a los aficionados y a los equipos al borde de sus asientos.
Con seis ganadores diferentes en las últimas ocho carreras, representando a cuatro equipos diferentes, 2024 se perfila como una de las temporadas más competitivas de los últimos tiempos. Podría ser una que rivalice con algunas de las grandes batallas de la historia de la F1, junto con Michael Schumacher contra Damon Hill en 1994 y Niki Lauda contra Alain Prost en 1984.
El director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, cuyo piloto Lando Norris es actualmente el rival más cercano al título de Max Verstappen, cree que esta podría ser la mejor temporada de F1 que haya visto desde que se unió al deporte en 2016.
«No sé cuál de estos cuatro equipos podría ganar. No sé cuál de estos ocho pilotos podría ganar», dijo.
«No recuerdo que la Fórmula 1 tuviera ese nivel de competitividad», dijo a los periodistas en la final de temporada de IndyCar en el Nashville Superspeedway en Tennessee. Verstappen, cuyo dominio en 2022 y 2023 rompió récords, todavía lidera la clasificación. Pero su última victoria fue en junio.
Después del emocionante Gran Premio de Azerbaiyán de ayer, donde Oscar Piastri, otro aspirante de McLaren, superó por poco a Charles Leclerc de Ferrari, ahora podría ser el momento de analizar si la declaración de Brown tiene algún mérito.
¿Dónde se ubica 2024 en comparación con las legendarias temporadas pasadas de este deporte? Lo analizamos más de cerca a continuación.
2021: VERSTAPPEN VS. HAMILTON
La temporada 2021 será recordada para siempre por su intensa rivalidad entre Verstappen y Lewis Hamilton.
Después de todo, todo se decidió en la última vuelta de la última carrera de la temporada.
Hamilton vs. Verstappen, un clásico (Lars Baron/Getty Images, via Newsweek)
Algunos aficionados todavía están marcados por la polémica por la decisión de Michael Masi de poner el coche de seguridad, que allanó el camino para que Verstappen aprovechara un reinicio en la última vuelta para ganar su primer título, negándole a Hamilton un octavo campeonato, un récord.
Las colisiones y otras decisiones cuestionables definieron esta era; ejemplos notables incluyen el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, donde Hamilton y Verstappen chocaron en la primera vuelta, y el Gran Premio de Hungría, donde un dramático choque en la primera vuelta reorganizó el campo.
El drama, junto con el alcance global de Drive to Survive de Netflix, atrajo a millones de nuevos fanáticos al deporte.
2012: UNA BATALLA DE SIETE
La temporada 2012 comenzó con siete ganadores diferentes en las primeras siete carreras, una cifra sin precedentes, lo que mostró un nivel de imprevisibilidad rara vez visto en la F1.
Fernando Alonso lideró el campeonato durante gran parte del año, a pesar de conducir un Ferrari menos competitivo.
Tras un paréntesis de dos años en el deporte, el campeón del mundo de 2007 Kimi Räikkönen volvió a Lotus, para gran disgusto de sus contemporáneos.
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Sus actuaciones de regreso, incluida una victoria en el Gran Premio de Abu Dhabi y su famoso mensaje de radio «Déjenme en paz, sé lo que hago», se sumaron al dramatismo y el entretenimiento de la temporada.
Sin embargo, fue Sebastian Vettel quien se adjudicó su tercer título consecutivo después de una dramática remontada en Brasil. Su capacidad para recuperarse de una colisión en la primera vuelta para terminar sexto y asegurar el campeonato consolidó su estatus como uno de los grandes de la F1.
2007: RAIKKONEN, HAMILTON Y ALONSO
Con tan solo 22 años, Lewis Hamilton irrumpió en la escena en 2007 como uno de los pilotos novatos más emocionantes de la historia del deporte.
Lo que hizo que el ascenso de Hamilton a la fama fuera aún más dramático fue su reñida lucha por el título contra su compañero de equipo en McLaren y actual bicampeón Alonso, así como contra Räikkönen, que estaba con Ferrari en ese momento.
Fernando Alonso, el príncipe Alberto de Mónaco, Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen (LIONEL CIRONNEAU/AFP via Getty Images, via Newsweek)
La batalla por el campeonato se definió en el último momento y, aunque Hamilton estuvo a punto de conseguir el título, ya se había consolidado como una gran estrella del deporte.
Raikkonen se robó el campeonato en la última carrera en Brasil, ganando por tan solo un punto.
1994: SCHUMACHER VS. HILL
La temporada de 1994 se vio empañada por las trágicas muertes de Ayrton Senna, uno de los mejores pilotos de F1 de todos los tiempos, y del piloto austríaco Roland Ratzenberger en el Gran Premio de San Marino en Imola.
Como resultado, se convirtieron en norma las reformas radicales en materia de seguridad, como una mejor protección para la cabeza y el cuello y los ajustes para las curvas de alta velocidad.
Las controversias persistieron: Michael Schumacher comenzó la temporada de forma dominante, pero varias sanciones y descalificaciones, incluida una suspensión de dos carreras, permitieron a Damon Hill reducir la diferencia en la clasificación.
Su colisión con Hill en la última carrera en Adelaida le aseguró su primer Campeonato Mundial, lo que marcó el comienzo de la década de dominio de Schumacer en el deporte.
1984: LAUDA VS. PROST
Los compañeros de equipo de McLaren, Niki Lauda y Alain Prost, lucharon hasta el final, y la ventaja de medio punto de Lauda marcó el margen más estrecho en la historia del campeonato de la F1.
La historia del regreso de Lauda fue el corazón de la temporada. Después de casi perder la vida en un terrible accidente en Nürburgring en 1976, Lauda había hecho un milagroso regreso a las carreras.
A los 35 años, Lauda era visto como el piloto más experimentado y calculador, mientras que Prost era la estrella más joven y en ascenso.
Fue un choque poco convencional y convincente de la liebre y la tortuga: la velocidad vertiginosa de Prost contra el enfoque calculado de Lauda proporcionaron una dinámica atractiva durante toda la temporada.
1976: LAUDA VS. HUNT
El Rush de producción de Ron Howard de 2013 inmortalizará para siempre esta temporada como una de las claves.
Las personalidades descomunales de Lauda y James Hunt, interpretados por Daniel Brühl y Chris Hemsworth respectivamente, desdibujaron las líneas entre lo que los fanáticos esperaban del deporte y cómo la prensa comenzó a tratar a los atletas como artistas.
Niki Lauda y James Hunt al frente de la largada en el Gran Premio de España de 1976 (Bernard Cahier/Getty Images, via Newsweek)
Las condiciones traicioneras y lluviosas durante su última carrera en el Gran Premio de Japón en Fuji hicieron que la experiencia fuera verdaderamente cinematográfica.
Contra todo pronóstico, Lauda aventajaba a Hunt por solo unos pocos puntos, después de haber regresado a las carreras después de un accidente casi fatal en Nürburgring solo unos meses antes.
Hunt logró superarlo por un punto, con su intrepidez y su estilo de conducción agresivo emulando sus payasadas de playboy fuera de la pista.
Publicado en cooperación con Newsweek
