Por Rocío Kalenok
El Gobierno intenta negociar pero desde todos los sectores de la oposición se abre una pregunta ¿puede terminar en la nada? Más que un tema clave para el oficialismo, algo el propio Javier Milei tiene en agenda es el debate por la Boleta Única de Papel: un tema que desde hace varios años se viene planteando como parte de las reformas importantes del sistema electoral argentino.
Argentina es uno de los pocos países del mundo que sigue utilizando la boleta partidaria, donde cada partido imprime su boleta con su propia oferta dividida por categorías en un mismo papel. El sistema de boleta única en cuestión implicaría una única pieza de papel que agrupe todos los partidos, los candidatos y los cargos que formen parte de una elección donde la selección, podría darse, a partir de una tilde en la opción de preferencia.
Más allá del contexto dado por la negociación, entre otros temas del Presupuesto 2025, es este uno de los puntos importantes para Javier Milei de cara a las próximas elecciones y sobre todo porque podría perder estado parlamentario en febrero del año próximo.
Varias cuestiones se debaten en torno al sistema actual y son propiamente señaladas por especialistas: por un lado la diferencia entre capacidad logística para impresión y distribución entre los partidos preponderantes y los más pequeños; por otro lado el factor arrastre de quienes encabezan las boletas.
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Javier Milei lo anunció, poco después de asumido, como una de las reformas o definiciones estratégicas que encararía en su primer mandato y, si bien logró destrabar el debate que se había impulsando durante el 2022, el tiempo le juega en contra, y más ahora que se coloca en el centro de la escena las diferencias entre lo que se votó en la Cámara de Diputados y lo que se votó en la Cámara de Senadores.
Las diferencias entre ambas cámaras tienen como origen las concesiones que hizo el oficialismo, cuando se dio cuenta de que el proyecto estaba trabado. El dictamen de mayoría incluía el método cordobés y la tilde para completar la selección mediante la boleta única de papel. En el Senado, post negociación con los partidos provinciales, se sacó ese tilde porque consideraban que lo que hacía era beneficiar a los partidos de orden nacional y no a los partidos provinciales. Las modificaciones planteadas desde los senadores están basadas en el método mendocino con toda la oferta en el mismo papel, los candidatos en filas horizontales y las categorías en las verticales. El sistema cordobés era al revés y preocupada la extensión que, por la cantidad de listas, pudiera tener la boleta.
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Quien hizo mención al tema fue el gobernador Kicillof que dijo que el sistema «sería impráctico, por no decir inaplicable».
«No hay más un sistema de boleta por espacio, por partido que tenemos hace mucho tiempo y en la historia argentina con ese sistema no hay una denuncia de fraude y bueno, siempre hay alguna cuestión folclórica y menor, pero nunca el desconocimiento de un resultado, nunca ningún problema, o sea que estamos generando un problema para resolver un no problema desde el punto de vista práctico».
El problema en Diputados es que el bloque que conduce Cristian Ritondo, prefiere volver a la versión original del 2022 sin dar lugar a las modificaciones planteadas por el Senado.
El dilema es el siguiente: ¿modelo cordobés o modelo mendocino? Más allá del propio debate en cuestión, el problema está marcado por lo mencionado anteriormente respecto al estado parlamentario de la reforma. Desde algunos sectores afirman que en el caso de no resolverse en los próximos dos meses, no hay chances de avanzar con esta reforma estructural para el próximo año electoral y recién podría estar vigente en el 2027.
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Aunque claro está que aún queda tiempo el problema será cómo se van a encarar las negociaciones en un contexto de tensión entre el oficialismo y distintos sectores de la oposición por lo que hoy es uno de los frentes más álgidos para el Gobierno: el debate por el Presupuesto 2025 y propiamente los envíos de fondos a las distintas jurisdicciones.
En diálogo con este medio, fuentes de La Libertad Avanza confirmaron que la oposición dialoguista quiere insistir con una parte de la versión original, particularmente la base del modelo cordobés que habilita el voto a la lista completa. En ese caso, no cumplir lo acordado en el Senado, podría fragmentar aún más la relación entre la Cámara Alta y el presidente Javier Milei.
