El presidente palestino, Mahmoud Abbas, anunció elecciones presidenciales y parlamentarias, las primeras que se celebrarán en 15 años, en un esfuerzo por terminar con las divisiones políticas de larga data en el territorio.
La convocatoria es vista como una respuesta a las críticas sobre la legitimidad democrática de las instituciones políticas palestinas, que incluyen la presidencia de Abbas.
También se produce días antes de la llegada al poder del demócrata Joe Biden en Estados Unidos, un país con que los palestinos podrán replantear sus relaciones después de la animadversión gestada durante la presidencia del republicano Donald Trump, que finaliza el miércoles.
Según un decreto emitido por el despacho de Abbas, la Autoridad Palestina -que gobierna la Cisjordania ocupada por Israel- sostendrá elecciones legislativas el 22 de mayo y comicios presidenciales el 31 de julio.
«El presidente instruyó al comité electoral y a todos los aparatos estatales para lanzar un proceso electoral democrático en todas las ciudades de la patria», dijo el decreto, refiriéndose a Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.
Las facciones palestinas han renovado sus esfuerzos de reconciliación para intentar presentar un frente unido desde que Israel alcanzó acuerdos diplomáticos el año pasado con cuatro países árabes.
Esos acuerdos, negociados por el gobierno saliente de Trump, consternaron a los palestinos y los dejaron cada vez más aislados en una región que ha visto cambiar las lealtades para reflejar los temores compartidos de Israel y de estados árabes en torno a Irán.
Hamas, el grupo militante islamista que es el principal rival interno de Abbas, acogió con satisfacción el anuncio.
«Hemos trabajado en los últimos meses para resolver todos los obstáculos y poder llegar a este día», dijo un comunicado de Hamas.
El movimiento que gobierna la Franja de Gaza pidió unas elecciones justas, en las que «los electores puedan expresar su voluntad sin restricciones ni presiones, y con total justicia y transparencia».