En su vuelta a la cámara de Diputados, con 143 votos positivos, 87 en contra y 5 abstenciones, se convirtió en ley la Boleta Única de Papel y estará vigente desde las próximas elecciones. Aunque el proyecto no fue inicialmente del oficialismo, se anota un triunfo con su sanción.
La reforma elimina la boleta partidaria para las elecciones nacionales e incorpora al sistema electoral la Boleta Única donde se muestra en una sola papeleta toda la oferta; a diferencia de la partidaria que presentaba una boleta por cada partido político.
Argentina y Uruguay son los únicos países de América Latina que no implementaron, hasta el momento, la Boleta Única.
Argentina es uno de los pocos países de la región que aún sostenía la boleta partidaria. Lo que se cuestionaba a partir del modelo anterior, era por un lado lo que implicaba la impresión y la distribución de las boletas para partidos con menos recursos (no estando en igualdad de condiciones para ello) y también el factor arrastre que podía involucrar que un candidato a nivel nacional condicione la elección de los propios candidatos para cargos provinciales.
Mendoza, Córdoba y Santa Fe implementaron la boleta única, hace algunos años, pero con diferencia en el diseño.
El proyecto ya había sido aprobado por diputados en junio del 2022 y se reactivó durante este año como parte de las propuestas del oficialismo pero también de una parte de la oposición. Como el Senado introdujo modificaciones, el proyecto giró nuevamente a Diputados y allí finalmente se aprobaron los cambios introducidos por la Cámara Alta; algo positivo para el oficialismo ya que, como parte de las negociaciones con los senadores y ante la necesidad de votos, habían incorporado cambios que no estaban en el proyecto original y amenazaban con romper el diálogo con el oficialismo si no se respetará lo acordado.
La sanción de la BUP también planteó modificaciones en los tiempos electorales: para la duración de las campañas, se ampliarían de 50 a 60 días; para presentación de listas, 70 días antes de las PASO; y para la conformación de alianzas, de 60 a 80 días antes de los comicios.
¿Cómo se implementará?
Finalmente, la Boleta Única de Papel (BUP) tomará el modelo mendocino. En la BUP se muestra toda la oferta electoral en una sola papeleta y el voto se hace marcando los casilleros correspondientes a partidos o frentes electorales.
Al momento de la votación, el ciudadano recibirá la BUP por las autoridades de mesa y dentro del cuarto oscuro marcará sus opciones para introducir en la urna el voto, frente a las autoridades. También se podrá votar a distintas agrupaciones por categoría, ya no con “corte de boleta” si no con la selección que se haga en cada casillero.
El diseño mendocino tiene las boletas divididas en filas horizontales para cada cargo electivo (ubicado en el margen izquierdo) y en filas verticales los partidos y las alianzas, además se eliminó la opción de votar en un casillero con un tilde la lista completa.
El sistema se incorpora para los cargos nacionales por lo que cada provincia podrá sostener su sistema electoral local para gobernadores, legisladores provinciales e intendentes; para las próximas legislativas y para las presidenciales del 2027 se deberá utilizar la Boleta Única de Papel.
Entre las críticas, se plantea el tema del tamaño de la boleta, la posibilidad de que aparezcan o no todos los nombres de los candidatos (por ejemplo en el caso de los diputados) y también la dificultad que podría generar a los ciudadanos hasta acostumbrarse a su utilización.
Del otro lado, afirman que la reforma da mayor transparencia en las elecciones e igualdad de condiciones para los partidos. El hecho de garantizar en una sola boleta la presencia de los diferentes espacios, evita maniobras alrededor de la distribución de boletas e incluso de los fondos destinados para la propia impresión.
