La Justicia de Los Ángeles están evaluando nuevas pruebas en el famoso caso de Erik y Lyle Menéndez, condenados por asesinar a sus padres en su casa de Beverly Hills hace más de 35 años.
Precisamente el fiscal de distrito, George Gascón, confirmó que, aunque no se duda de que los hermanos cometieron los crímenes, su oficina está revisando la nueva evidencia para determinar si se justifica una nueva sentencia.
Una de las pruebas clave es una carta escrita por Erik Menéndez que, según sus abogados, respalda las afirmaciones de que su padre abusó sexualmente de él. Los hermanos siempre han mantenido que actuaron en defensa propia, alegando que sufrieron años de abuso físico, emocional y sexual por parte de sus padres.
Dado el cambio en la percepción social sobre el abuso sexual, sus abogados creen que hoy podrían haber recibido una condena más leve.
La familia extendida de los Menéndez apoya la liberación de los hermanos, según Bryan Freedman, abogado de la familia, quien mencionó que Joan VanderMolen, su tía, desea lo mejor para ellos. El abogado Mark Geragos también señaló que la opción de homicidio involuntario nunca fue considerada en el segundo juicio.
Erik y Lyle, que tenían 18 y 21 años respectivamente en el momento de los asesinatos, admitieron haber matado a sus padres, pero argumentaron que lo hicieron por temor a que los asesinaran para ocultar el abuso hacia Erik. Los fiscales en su momento argumentaron que no había pruebas de abuso y que los hermanos actuaron por interés económico.
Recientemente, la serie de Netflix Monstruos ha vuelto a poner el caso en el centro de la atención.
Erik Menéndez criticó la producción al caratularla como una «representación distorsionada» de los hechos. Gascón comentó que, si el caso se hubiera juzgado hoy, se habría tratado con mayor sensibilidad el tema del abuso sexual. La próxima audiencia del caso está programada para el 29 de noviembre.
