Por Lic. Alexis Chaves (*)
Los parlamentarios europeos están avanzando rápidamente para fortalecer los planes de Defensa de la región. Pero antes de analizar este escenario deberemos introducir ciertos criterios que hacen al establecimiento del denominado “Plan de Innovación de la UE” (EUDIS), que se erige frente a los desafíos geopolíticos actuales de la región.
Bajo este esquema se pudo consensuar un conjunto de instrumentos para el denominado “Fondo Europeo de Defensa” (FED), que intenta fortalecer los planes de innovación para esta industria específica y estratégica para el bloque.
En esa estructura se brinda un conjunto de parámetros para las pequeñas y medianas empresas del sector, incluidas las compañías emergentes y otros actores no tradicionales del ecosistema industrial para la defensa, con el objetivo de garantizar más oportunidades de acceder al fondo económico que se otorga en Europa.
En el Parlamento Europeo, los legisladores vienen debatiendo en las comisiones de Asuntos Exteriores y de Defensa cómo darle el real impulso que esta industria necesita imperiosamente, según su visión, en un mundo que tiene focos de conflicto que parecen extenderse en el tiempo.
Para ello, comenzaron a elaborar un nuevo reglamento para avalar la disponibilidad y el suministro oportuno de estos productos/elementos bélicos específicos. El programa europeo de la industria de defensa puso en el presupuesto nada menos que la posibilidad de utilizar 1.500 millones de euros entre 2025 y 2027 (contando con que los enfrentamientos puedan llegar a aplacarse).
Esos fondos no solo van a potenciar las capacidades de producción ante el aumento de la demanda de municiones y misiles, sino que además ahora estarán destinados a asegurar el suministro de las materias primas y los componentes específicos. En efecto, un apoyo directo a los productores y a sus cadenas de suministros e insumos.
El desafío es proporcionar el acceso a la financiación para los proveedores, y especialmente la financiación privada. Se busca así acelerar las entregas de tan sensibles productos: municiones: explosivos, pólvora y proyectiles. Y un eje que se tiene sobre la mesa es la “obsolescencia”: la certificación y los ensayos que requieren estos materiales insumen tiempo y dinero.
En el debate entre los Estados de la CE, los recursos humanos son fundamentales, ya que se necesita de ellos para la investigación y el análisis en conjunto. Es preciso crear los mejores equipos de defensa posibles para aportar a las empresas desarrolladoras que ya señalamos. En este sentido, es clave la interacción entre los países miembro, que ponen a sus unidades a producir ciencia al servicio de esta industria.
Por eso se discute en el Parlamento Europeo de qué manera incentivar a los Estados a que adquieran en conjunto capacidades y productos de defensa que se necesiten con urgencia, ante una escalada inevitable.
Es importante destacar que el programa que se fijaron no tiene por objeto sustituir los presupuestos nacionales de defensa de cada nación, sino estimular la cooperación de cara a los productos de defensa que tengan mayor necesidad y urgencia. Pero los proyectos en debate en el Parlamento están considerando las contribuciones económicas que cada Estado miembro hace para su propia industria de defensa.
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Poder establecer cuándo estos proyectos proporcionarán un resultado “concreto” es sólo una cuestión de tiempo. Y ese tiempo cuesta vidas y genera daños irreparables en las comunidades que están en conflicto. Es un tema tan duro como real, pero esto es lo que se está pensando hoy en Europa a la hora de legislar.
Finalmente, está claro que el reglamento en el que trabaja la UE es una respuesta “directa” a la petición del Consejo de entregar urgentemente municiones y misiles si los solicita un Estado miembro. Pero ocurre que el conflicto Rusia/Ucrania cambió las prioridades de la defensa y, por consiguiente, las de la industria. Con estas medidas, se busca dejar sentadas las bases ante las futuras beligerancias que hoy el mundo no tiene manera de detener.
(*) Politólogo y analista parlamentario
