Por Federico Laborde (*)
En una reciente e interesante jornada organizada por la Universidad de San Andrés, a la cual fui invitado conjuntamente con otros miembros del equipo directivo de Aeropuertos Argentina, los docentes de aquella casa disertaron sobre algunas cuestiones relativas a la gestión estratégica del negocio.
Entre las distintas temáticas abordadas, existió una cuestión que se transformó en el disparador para escribir estas líneas: la producción de conocimiento en los tiempos que corren.
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Incluso sin querer ahondar en pormenores, podría afirmar que -tanto como consecuencia del crecimiento de la población, como por la proliferación de nuevas herramientas tecnológicas- la producción de conocimiento en estos tiempos se multiplica a niveles inéditos. No obstante, existe una consecuencia no deseada de este incremento, que es la imposibilidad de asimilar de manera individual lo producido minuto a minuto.
Sin embargo, esta situación, que a priori podría ser analizada de modo negativo, representa una enorme oportunidad para continuar profundizando en un modelo acorde a estos tiempos: el del aprendizaje y la enseñanza abordada de manera colaborativa y conjunta, donde los intercambios y vínculos tengan como meta transmitir, transformar y reconstruir determinado conocimiento de manera colectiva.
La ambición de Aeropuertos Argentina es ser líderes y referentes de la industria, queridos por nuestros clientes, empleados y stakeholders.
No obstante, para ser líderes y referentes de la industria en estos tiempos no es necesario posicionarse como un gurú que todo lo sabe (una figura que ya se encuentra perimida en un mundo que nos sorprende a diario y que produce conocimiento de una manera inédita), sino que, por el contrario, consiste en enlazar adecuadamente a los distintos miembros del ecosistema a fin de construir una red robusta de conocimiento colectivo.
Federico Laborde, gerente general de Aeropuertos Argentina Cargas
En el comercio internacional por vía aérea, esta forma de trabajo resulta imprescindible a fin de construir un modo de funcionamiento eficiente y sustentable. Inclusive, existiendo intereses divergentes puntuales entre algunos miembros de este ecosistema, no debe perderse de vista que la preservación de dicho modo, su optimización y crecimiento resultan ser la finalidad ulterior. Sin dudas, este es un interés convergente de todos los miembros.
Las compañías aéreas, los General Sales Agents (GSA), los General Handling Agents (GHA), las empresas de handling, los importadores, los exportadores, los operadores courier, las agencias de cargas, los despachantes de aduanas, los comisionistas, dependientes y transportistas, la Dirección General de Aduanas, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, el Senasa, la USDA, el operador aeroportuario, el administrador de la terminal de cargas y el regulador, entre otros, son una enumeración no taxativa de miembros del ecosistema del comercio internacional por vía aérea, cuyas tareas se entrelazan diariamente.
Ante esta diversidad de integrantes de la cadena de suministro, y cuando muchos de ellos no solo son especialistas de lo vernáculo sino conocedores de las mejores prácticas internacionales; y ante un mundo que, tal como decía, sorprende a diario y produce conocimiento de una manera inédita, surge una pregunta inevitable: ¿de qué otro modo que no fuera generando mesas de diálogo, compartiendo datos, evitando silos, construyendo confianza, se podría enfrentar este novedoso contexto?
Aeropuertos Argentina Cargas administra los depósitos fiscales ubicados en algunos de los mayores aeropuertos internacionales de la República Argentina, tales como Ezeiza, Aeroparque, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza y Tucumán, en los que se gestiona la mercadería que ingresa y egresa del país por vía aérea internacional.
Y es desde este rol -un eslabón más de una extensa cadena de suministro, pero a la vez un potencial articulador entre los diversos interlocutores- que tenemos que continuar profundizando este trabajo conjunto.
Afortunadamente existen experiencias positivas y resultados concretos en los últimos años que evidencian que este camino es el adecuado. Sin embargo, no podemos detenernos allí. El trabajo es arduo y constante. Una frase atribuida a Victor Frankl expone que el éxito es el efecto secundario inesperado de la dedicación a una causa mayor que uno mismo. Es por ahí.
(*) Gerente general de Aeropuertos Argentina Cargas
