El Gobierno de Brasil presentó formalmente ante el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino las solicitudes de extradición para decenas de militantes y activistas vinculados a Jair Bolsonaro.
Todos ellos residen residen en la Argentina, ya sea en calidad de refugiados o habrían ingresado al país de manera irregular para evadir su captura luego de quedar como implicados en los ataques al Congreso y al Palacio de Gobierno durante la asunción de Luiz Inácio «Lula» da Silva.
Sendos acusados, todos simpatizantes del exmandatario, son acusados de haber destruido de los edificios gubernamentales en Brasilia el 8 de enero de 2023.
El pedido fue inicialmente impulsado por la Policía Federal de Brasil y trasladado al STF, donde el juez Alexandre de Moraes lo remitió al Ministerio de Justicia. A partir de ahora, será el Departamento de Recuperación de Activos y Cooperación Jurídica Internacional de Brasil el encargado de analizar si las solicitudes cumplen con los tratados internacionales vigentes.
La orden de la Justicia brasileña fue recibida por la Cancillería argentina, que ahora se encuentra evaluando la solicitud. Según fuentes consultadas por Infobae, se espera que el Gobierno argentino se pronuncie sobre el tema en las próximas horas, a través de Manuel Adorni, portavoz presidencial.
Milei dirá presente en el G20 de Brasil y tendrá su cara a cara con Lula
Cabe destacar que el proceso de extradición es una solicitud diplomática mediante la cual un país pide que uno o más individuos sean entregados, ya sea para ser procesados judicialmente o para cumplir una pena. Ahora en particular, Brasil ha hecho llegar su pedido a Argentina a través de los canales oficiales de la Cancillería.
El informe brasileño incluye documentación que respalda las órdenes de extradición.
Mauro Vieira, ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, ha mantenido contacto con su par argentina, Diana Mondino, para abordar este delicado asunto. Aunque tienen una buena relación, las tensiones entre los gobiernos de Javier Milei y Lula, debido a sus diferencias ideológicas, añaden un obstáculo adicional a este proceso.
La mayoría de los acusados ya fueron juzgados y sentenciados por el Supremo Tribunal de Brasil, con penas que oscilan entre los 8 y 17 años de prisión por conspirar para derrocar al gobierno.
Este conflicto añade una nueva capa de tensión entre los gobiernos de Argentina y Brasil. Lula sigue de cerca el desarrollo de este proceso y espera que Argentina acceda a las extradiciones solicitadas. Sin embargo, Milei no parece inclinado a hacer concesiones diplomáticas hacia el líder del PT.
Como si fuera poco, este marco se da en medio de la creciente expectativa por el primer cara a cara entre ambas figuras en el marco del G20, que se celebrará el 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
Desde el Gobierno brasilero aguardan que ese encuentro sirva para avanzar en la firma del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, un tema que podría quedar en suspenso si las tensiones entre los dos mandatarios continúan escalando. También se baraja la posibilidad de que este acuerdo se concrete el 5 de diciembre en Montevideo, cuando Milei asumirá la presidencia pro tempore del Mercosur.
