El mundo sigue bajo shock por la muerte del cantante británico Liam Payne, exmiembro de la popular banda One Direction, quien falleció a los 31 años en Buenos Aires tras caer de un tercer piso en un hotel del barrio de Palermo.
Payne dejó un legado considerable con su talento musical y también en el ámbito financiero con una fortuna estimada en unos 70 millones de dólares, según reportes de la agencia Reuters.
La mayor parte de su patrimonio provino de su exitosa carrera, primero como parte de One Direction y luego como solista. Además, Payne también incursionó en otras áreas, incluyendo el mundo empresarial.
La carrera de Payne despegó en 2010 cuando, junto a Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan, formó One Direction en el programa de talentos The X Factor UK. La banda rápidamente se convirtió en un fenómeno mundial, generando una gran fortuna para sus miembros. Tras la pausa indefinida de la banda en 2015, Payne exploró nuevas oportunidades como solista y en el ámbito comercial.
En 2019, Payne lanzó su primer álbum como solista, LP1, lo que le abrió puertas a nuevas colaboraciones y proyectos. Además de la música, se convirtió en embajador global de la marca Hugo Boss, lanzando colecciones de ropa y protagonizando campañas publicitarias. También se sumergió en el arte digital, creando una colección de NFT llamada Lonely Bug en 2021, agregando otra fuente de ingresos a su ya diversificada cartera de inversiones.
Se espera que la mayor parte de su fortuna sea heredada por su único hijo, Bear Gray Payne, fruto de su relación con la cantante Cheryl Cole.
Bear, nacido en 2017, era el principal destinatario del patrimonio de Payne, quien había declarado en entrevistas que su prioridad era asegurar el futuro financiero de su hijo. Aún no se ha confirmado quién administrará los bienes de Payne hasta que Bear sea mayor de edad, aunque algunas especulaciones apuntan a su madre, Karen Payne.
Dentro de los activos más destacados de Payne se encuentran varias propiedades inmobiliarias, como una lujosa mansión en Malibú, California, y otra en Surrey, Inglaterra. La propiedad en Malibú, adquirida en 2015, cuenta con casi cinco hectáreas y numerosas comodidades, como una piscina, jardines y un estudio de grabación. Payne vendió esta residencia en 2021 por un precio cercano a los 10,6 millones de dólares.
Por otro lado, su mansión en Surrey, valorada en 8,5 millones de dólares, también es impresionante, con instalaciones como una cancha de tenis, una sala de cine y una piscina. Esta propiedad fue puesta en venta después de su separación de Cheryl Cole, y la venta le generó una considerable ganancia.
