En medio de la crisis de energía y del huracán Oscar, el Gobierno de Cuba suspendió las clases y las actividades esenciales.
El régimen, liderado por Miguel Díaz Canel, comunicó la suspensión de clases en las escuelas y universidades, el cierre de ciertos centros de trabajo del Estado y la cancelación de servicios no esenciales.
Ante este panorama, los ciudadanos decidieron salir a las calles y protestar, pero el Gobierno dejó en claro que no tolerará las manifestaciones.
«Hay toda una capacidad desde el partido y otras organizaciones para dar respuesta a las inquietudes de la población, siempre que sea de manera decente, organizada, civilizada y disciplinada», sostuvo Diáz Canel.
Al mismo tiempo advirtió: «No vamos a permitir ningún vandalismo, ni que nadie perturbe la tranquilidad de la gente»
Sobre las razones de este apagón masivo, las autoridades locales lo atribuyeron al incremento de la demanda de las pequeñas y medianas empresas y de los aires acondicionados de los hogares.
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El ministro de Energía, O Levy, agregó que la red eléctrica del país estaría en mejores condiciones si no fuera por otros dos apagones parciales que ocurrieron mientras las autoridades intentaban reconectar el sistema el sábado pasado.
Este apagón fue considerado el peor de Cuba desde el 2022 cuando el huracán Ian irrumpió en la isla como una tormenta de categoría 3 y dañó las instalaciones eléctricas.
En esa ocasión, el régimen se demoró diás en arreglarlas.
