La ratificación que nadie quería escuchar llegó hoy durante una rueda de prensa de boca del primer ministro británico, Boris Johnson, quien dijo que existen evidencias de que la nueva variante del COVID-19 descubierta en diciembre podría estar asociada a una mayor mortalidad.
«Hemos sido informados hoy de que, además de propagarse más rápidamente, también parece que hay algunas pruebas de que la nueva variante -la variante que se descubrió por primera vez en Londres y el sureste (de Inglaterra)- puede estar asociada a un mayor grado de mortalidad», sostuvo Johnson.
El funcionario agregó que todas las pruebas actuales mostraban que ambas vacunas seguían siendo eficaces contra las variantes antiguas y nuevas.
Johnson también dijo que hay más de 38.000 personas en hospitales en todo el Reino Unido, cifra un 78 por ciento más alta que en el pico de la primera ola. Más de 40.000 personas han sido infectadas con COVID en las últimas 24 horas y el NHS está bajo una «presión significativa», dijo. El Reino Unido registró su mayor número de muertes por COVID-19 desde el inicio de la pandemia esta semana, cuando 1.820 personas murieron en un día. El número de muertos por COVID en el Reino Unido ahora es de más de 95 mil.
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