Argentina fue el único país en votar en contra de una resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas durante la Asamblea General de la ONU, en lo que fue una de las primeras decisiones de política exterior bajo la gestión de Gerardo Werthein en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La votación, realizada esta mañana en Nueva York, abordó un documento propuesto por Bolivia, Dominica, Ecuador, Liberia, México, Paraguay y Venezuela, el cual busca fortalecer la protección de los derechos indígenas, incluyendo el acceso a la justicia, la protección ambiental y la preservación cultural.
Dicha resolución subraya la importancia de respetar los derechos de los pueblos indígenas a nivel global. Entre sus puntos clave está el derecho de consentimiento previo e informado sobre decisiones que afectan sus territorios y recursos, así como su participación activa en temas que impactan sus derechos. Además, promueve el respeto por sus tradiciones y conocimientos ancestrales.
Esta decisión marca el rumbo de la política exterior argentina bajo el liderazgo de Javier Milei, quien se ha distanciado de la Agenda 2030 y del Pacto del Futuro, y se muestra crítico con ciertos derechos de incidencia colectiva. Anteriormente, Argentina había respaldado en la ONU una resolución instando a Estados Unidos a levantar el embargo a Cuba, posición que cambió tras el nombramiento de Werthein como canciller, en reemplazo de Diana Mondino.
Con el cambio de representante argentino en la ONU, Francisco Tropepi asumió el cargo en lugar de Ricardo Lagorio, quien dejó su puesto en octubre por diferencias con la nueva política exterior de Milei. Tropepi, quien trabajaba con Werthein en Washington, ahora colabora en la reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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La votación en Nueva York estuvo a cargo de Fabián Oddone, diplomático argentino con amplia experiencia en derechos humanos, quien actuó bajo indicaciones de Buenos Aires para oponerse a la resolución.
Este voto posiciona a Argentina en línea con las políticas de Estados Unidos e Israel, aunque en esta ocasión Estados Unidos votó a favor de la resolución, mientras que Israel se ausentó. Francia, Rumania y otros cuatro países optaron por la abstención.