El debate sobre la eliminación de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) ha reconfigurado las dinámicas políticas forzando al PRO y a Mauricio Macri a definir una postura frente a una jugada estratégica impulsada por el Gobierno de Javier Milei. El contexto no es menor: a las puertas del año electoral 2025 y en medio de negociaciones clave por el Presupuesto, este tema amenaza con profundizar las tensiones entre las fuerzas.
La propuesta de eliminar las PASO ha sido interpretada como un movimiento astuto por parte de Milei, que no solo busca reducir el gasto estatal, sino también alterar las herramientas políticas que permiten a la oposición dirimir internas. La falta de consenso interno en el PRO quedó expuesta en un reciente encuentro virtual encabezado por Facundo Pérez Carletti, secretario general del partido, en el que participaron referentes provinciales. El resultado fue claro: una división interna en la que algunos dirigentes defienden las PASO como un instrumento útil, mientras otros apoyan su eventual eliminación.
Recientemente, Guillermo Francos afirmó que el gobierno está decidido en avanzar con su eliminación: “Nosotros queremos avanzar. Creemos que no han dado ningún resultado, no han sido positivas. Han sido solamente una creación política en el interés de una fuerza en un momento particular”.
Tanto Francos como Milei saben que para ello necesitan consenso: “Trataremos de conseguirlo. Y si no sale en esta oportunidad, lo seguiremos planteando en el futuro”, contó el jefe de Gabinete; y aunque lo plantean como una reforma que bien pudiera hacerse más adelante, el presidente quiere que se haga lo antes posible.
Para el macrismo, la situación es compleja. Por un lado, la eliminación de las PASO podría abrir un escenario incierto respecto a la selección de candidaturas, un dilema estratégico para 2025. Por el otro, el PRO enfrenta una presión interna y externa para tomar una posición clara.
Bullrich y La Libertad Avanza: en construcción
En paralelo, Patricia Bullrich ha intensificado su posición respecto de una fusión entre los partidos, consolidando alianzas con figuras vinculadas a La Libertad Avanza y su armado provincial. El vínculo entre Bullrich y sectores del PRO ahora libertarios, marca una distancia aún mayor con Mauricio Macri.
Esta integración estratégica que viene llevando a cabo hace tiempo, tiene como objetivo eliminar establecer un bloque sólido en vistas al 2025. A nivel territorial, figuras como Diego Valenzuela, junto a otros, están trabajando en el armado de Milei en PBA: el territorio que más le importa junto a CABA.
En este contexto, Mauricio Macri evalúa los pasos a seguir en el debate sobre las PASO, mientras continúan las negociaciones por el Presupuesto 2025, una discusión que avanza con dificultades y sin el consenso necesario en el Congreso. Francos también hablo al respecto, y menciono que para el oficialismo parece difícil que logre aprobarse en el periodo de sesiones ordinarias: “Por supuesto que sabemos que hay algunas diferencias y que todavía no se ha llegado a un consenso, por lo cual hoy pareciera difícil que pueda aprobarse el presupuesto dentro del periodo de sesiones ordinarias que termina el 30 de noviembre”
Los gobernadores dialoguistas han consensuado algunos puntos para presionar al oficialismo en la negociación, los mismos van desde el financiamiento del déficit de las Cajas Provinciales no transferidas de acuerdo con los pactos fiscales a la posibilidad de coparticipar el impuesto a los combustibles. Por supuesto que el tema en común en cualquier caso es la caja
La discusión sobre las PASO no solo abre una interna dentro PRO sino también una para y con el oficialismo, y nuevamente se pone en evidencia las tensiones entre Macri y Milei. Macri tiene ahora el desafío de unificar posturas y mantener un liderazgo que no sea desafiado, ni en la interna ni tampoco por el actual presidente. Para definir el futuro de las PASO ambos miran las encuestas y la intención de voto de cada uno de los partidos : todos los números dejan al PRO muy atrás de La Libertad Avanza.
Allí se abre una encrucijada: la eliminación de las PASO puede alterar las reglas del juego, mientras las negociaciones reflejan las complejidades de una oposición fragmentada.