En un año con récord en las exportaciones vitivinícolas, el vino argentino seduce cada vez más mercados poco tradicionales. Los casos de 5 bodegas que ubican nuestra bebida nacional en diferentes puntos del mapa global para entender las claves de este crecimiento.
Durante los primeros diez meses de 2024, las exportaciones vitivinícolas de Argentina registraron un récord que no se daba desde hace varios años: se exportaron 173 millones de litros de vino en los primeros diez meses de 2024, lo que representa un aumento del 5,3% con respecto al mismo período de 2023.
Según los datos difundidos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía de la Nación, de ese total, 131,5 millones (76%) corresponden a vinos fraccionados y 41,5 millones (24%) son vinos a granel, que crecieron el 3,4% y el 12%, respectivamente.
En términos de valor, las exportaciones de vino alcanzaron los 601.569.000 dólares, lo que representa un incremento del 4,1% en relación al año pasado.
Si bien los principales mercados externos siguen siendo Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil, algunas bodegas argentinas lograron ir más allá de ese clásico “mapa del vino” y conquistar mercados exóticos o poco tradicionales como, por ejemplo, India, Kenia, Indonesia y Uganda, entre otros. ¿Cuáles son las claves de esa conquista que lleva el vino argentino a estar presente en cada vez más países?
BODEGA DEL FIN DEL MUNDO: CON “PATAGONIA ARGENTINA” COMO BANDERA
Bodega Del Fin Del Mundo está ubicada en el valle de San Patricio del Chañar, provincia de Neuquén: uno de los terroirs más australes del mundo. A la hora de conquistar nuevos mercados, la bodega apuesta de lleno al pinot noir -cepa en la cual se especializan- y al malbec patagónico, dos varietales con gran aceptación en el exterior.
“Hacer vinos en la Patagonia es aportar un elevado grado de diferenciación a los vinos argentinos: el carácter de los vinos patagónicos -como su frescura natural, su equilibrio y menor concentración- son lo que el mundo está buscando”, analiza Juliana Del Aguila Eurnekian, presidente de Bodega Del Fin Del Mundo.
La bodega exporta todas sus líneas, desde vinos jóvenes hasta súper premium y espumantes, a más de 30 mercados internacionales. Entre ellos se encuentran Brasil, Uruguay, Perú, Ecuador, Colombia, México, Venezuela, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Puerto Rico, República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Bélgica, Francia, España, Alemania, Dinamarca, Italia, Ucrania, Rusia, Armenia, Singapur, Filipinas e, incluso, Kenia y Uganda.
Para este 2024 estiman cerrar el año con la exportación de un total de 890.000 botellas. Además, están en negociaciones muy avanzadas para introducir sus vinos en 2025 en Paraguay, Israel y Sri Lanka.
BODEGA KAIKEN: DE LOS ANDES AL MUNDO
El Caiquén es un ganso salvaje patagónico que cruza habitualmente la Cordillera de Los Andes, entre Argentina y Chile. En su vuelo va derribando fronteras y desafiando lo establecido.
Al igual que el caiquén, Aurelio Montes -fundador de la Bodega Montes en Chile y figura clave de la vitivinicultura de la región- llegó a Mendoza en el año 2000 para ampliar sus horizontes con una bodega propia fuera de su país natal. Un año después, decidió que el terroir mendocino sería el lugar perfecto para darle vida a Bodega Kaiken: su ideal de lo que un gran vino debe ser.
Actualmente, entre un 90 y un 95% de la producción de la bodega se destina al exterior. Si bien los vinos están presentes en los mercados más tradicionales como Brasil, Inglaterra, Estados Unidos y Canadá; Bodega Kaiken llega a destinos muy importantes para la Marca Argentina, como Japón, Finlandia, Indonesia, además de China, Alemania y los Países Bajos.
Desde sus inicios, la bodega está enfocada principalmente en los vinos de alta gama presentando diferentes etiquetas en estas líneas, tanto en el mercado interno como el externo.
Si bien el malbec suele ser la gran puerta de entrada a estos mercados, mostrando toda la versatilidad de esta cepa de viñedos procedentes de Luján de Cuyo, el Valle de Uco y el creciente Valle de Canota; la bodega también exporta todo su portfolio de vinos compuestos por diferentes líneas y varietales, como Chardonnay, Sauvignon Blanc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Pinot Noir, además de sus espumosos.
CORBEAU WINES: LA BODEGA FAMILIAR QUE APUESTA A LAS CEPAS NO TRADICIONALES
Corbeau Wines es un proyecto de la familia Rodríguez, tercera generación de productores. Todos sus vinos son elaborados con uvas de viñedos propios en las regiones de Maipú, Santa Rosa y San Martín, provincia de Mendoza. Actualmente cuentan con el viñedo de Ancellotta más grande del país.
Su línea Mad Bird está presente en Brasil, Ecuador, Perú, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, China, entre otros mercados. Entre sus últimos desafíos, este año desembarcaron en la India: si bien es uno de los principales consumidores de whisky del mundo, el vino ya se posiciona como una bebida incipiente, sobre todo en los grupos de alto poder adquisitivo.
“India es un mercado con altísimas cargas impositivas para los vinos, por eso confiamos en nuestras líneas entry level para poder entrar a un precio más competitivo. Como proyección para 2025, queremos seguir apostando a estos mercados más ‘exóticos’ para seguir creciendo en posicionamiento de marca y volumen; de la mano de una inversión de marketing muchísimo más fuerte en los mercados tradicionales”, explica Francisco Rodríguez, encargado del desarrollo comercial y de marcas para el mercado interno y externo.
FAMILIA SALAS ORGANIC ESTATE: LOS VINOS ORGÁNICOS COMO VALOR AGREGADO
Familia Salas es una bodega orgánica que nació en 2008, de la mano de Mariana y Daniel Salas, junto a su hijo Ramiro. Una vez que lograron afianzarse en el mercado local y vieron la aceptación de su línea Malbecino Organic Estate -compuesta por un malbec joven, un reserva, un rosé y un blanco de malbec- comenzaron la segunda etapa del proyecto: llegar con su malbec orgánico a otros países.
“Uno de los primeros pasos fue participar de ferias en el exterior para conocer bien los mercados en los cuales queríamos estar presentes. Así fue como estuvimos en Texas, Estados Unidos, presentando nuestros vinos y después en Vinexpo América, también en Estados Unidos. No nos interesan las ventas «one shot», si no crear alianzas duraderas”, explica Ramiro Salas, alma mater y winemaker de Familia Salas Organic Estate.
Este año ya exportaron a Texas y están por hacer un segundo envío: “También estamos por enviar el primer pedido a Florida y estamos en tratativas con Brasil y Alemania, mercados fuertemente interesados en los vinos orgánicos argentinos”.
BODEGA CRUZAT: LAS BURBUJAS QUE DAN VUELTA AL MUNDO
Con 20 años de historia, Cruzat se distingue por ser la única bodega argentina que se dedica exclusivamente a la elaboración de vinos espumosos bajo el método tradicional o Champenoise.
Ese «know how,» sumado a su amplio portfolio, que incluye etiquetas como Cruzat Naranjo (el primer espumoso naranjo de Argentina) o Cruzat Millésime (el ícono de la bodega que sólo se elabora en cosechas excepcionales y del que acaban de lanzar la añada 2018) es parte de su atractivo para seducir al mercado externo con burbujas argentinas.
La bodega exporta alrededor del 20% y está presente con todas sus líneas en 15 países tales como Estados Unidos, Perú, Chile, Reino Unido, Australia, Japón y Suiza. Los principales mercados externos de Cruzat son Estados Unidos, Chile, Suiza y Australia.
“También exportamos a Italia, donde hay un gran mercado y producción de Prosecco. Que valoren nuestro espumante argentino en un destino que, además tiene acceso a Cavas de España y Champagne de Francia, es un gran logro para la bodega”, analiza Lorena Mulet, enóloga y Directora General de Bodega Cruzat, al analizar algunos de los mercados en los que están presentes.