El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció que el gabinete de seguridad aceptó acordar un alto al fuego con Hezbolá por 60 días en el Líbano, pero adelantó que su país seguirá teniendo «libertad de acción» por si la organización terrorista no cumple el acuerdo.
«La duración del alto el fuego dependerá de lo que ocurra en Líbano y nosotros mantendremos total libertad de movimiento», sostuvo el funcionario en una conferencia de prensa
En el acuerdo se le exige a Hezbolá que retire su fuerza armada en una extensa franja del sur del Líbano al tiempo que el ejército israelí volvería a su lado de la frontera.
Este convenio no incluye la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza.
Uno de los temas que provoca el mayor desacuerdo es la postura de Israel de poder actuar en caso de que Hezbolá no respete lo pautado. Acorde con el acuerdo, miles de tropas libanesas y cascos azules de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) accionarían en el sur, y un grupo internacional liderado por Estados Unidos supervisaría el cumplimiento de todas las partes.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anticipó que el ejército atacaría a Hezbolá en caso de que la fuerza de paz de la ONU no brinde una «aplicación efectiva» de la propuesta.
«Si ustedes no actúan, actuaremos nosotros, y con gran fuerza», aseguró la enviada especial de la ONU, Jeanine Hennis-Plasschaert.