El exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentó un informe en sus redes sociales en el que desglosó el discurso del presidente Javier Milei, cuestionando el alto uso de malas palabras y descalificaciones hacia quienes no siguen su ideología.
De esta forma, el dirigente opositor, que busca relanzar su imagen tras su derrota en las elecciones en las que se postuló como presidente, se suma a las voces críticas contra el mandatario. Sin embargo, las voces como la de Milei crecen en el mundo y comienzan a hacerse notar en las elecciones, como ocurrió con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
En su habitual espacio de los miércoles, Darío Lopérfido analiza el escenario y explica por qué se radicalizó el discurso en el mundo, y cómo las críticas benefician al Presidente argentino más de lo que podrían perjudicarlo.
La carta abierta de Larreta a Milei: «Somos muchos los argentinos que no pensamos como usted»
UN CAMBIO DE PARADIGMA MUNDIAL
El análisis de Darío Lopérfido, desde España
El intelectual argentino apuntó que “resulta curiosa la reacción de algunos políticos a los modos de Milei”. “Horacio Rodríguez Larreta acaba de sacar un informe contando la cantidad de veces que el presidente insultó a la gente, a instituciones o a quien fuera. También tenemos en esa línea a periodistas como Marcelo Longobardi, que todo el tiempo habla de eso. Y a mí me despierta una reflexión: que toda esta gente que pertenece al mundo político, periodístico, empresarial, no comprenden el extraordinario cambio de paradigma que hubo en la Argentina y en el mundo”, enfatizó.
“Independientemente de los gustos, de las ideas y de lo que le parezca a la gente, algunos políticos que acceden al poder ahora usan malas palabras como Milei, otros insultan y otros más proponen medidas duras en temas que no se habían planteado nunca, como pasa en Europa con la inmigración ilegal. O sea, la vieja política no entiende que a los ciudadanos les molesta la inmigración ilegal y no modifica su discurso; entonces, después ganan las elecciones en Europa partidos más radicalizados, de derecha, y se agarran la cabeza y no entienden cómo pudo haber pasado”, señaló.
El actual coordinador de la Cátedra Vargas Llosa ejemplificó esa situación con lo que ocurre en Alemania, donde “el gobierno progresista se cae y tiene que llamar a elecciones, y la ultraderecha gana en algunos lugares y está segunda en las encuestas”.
“Todo esto tiene que ver con lo que le pasa a gente como Larreta o Longobardi. Muchos políticos o periodistas en Argentina que se quejan de esto no entienden que lo que se rompió es un modelo, que era formal, que hablaba sin insultar, pero que tenía un nivel de podredumbre muy grande adentro”, remarcó.
“El ejemplo quizás más acabado de esto es Alberto Fernández. Era un hombre que hablaba sin insultar, sin decir malas palabras, que iba a dar clases a la facultad, que mantenía esa ficción que deja contento a un montón de gente de la política y de los medios. ¿Qué pasa con Alberto Fernández, que decía que hacía un gobierno feminista y que tenía el INADI? El gran desastre de todos estos políticos es que decían una cosa y hacían otra. Alberto Fernández era un hombre que no insultaba ni decía malas palabras y decía que era feminista, pero le pegaba a la mujer. Ese es el ejemplo más claro de por qué ese cambio ha sido tan profundo”, apuntó.
Y siguió: “Horacio Rodríguez Larreta, que ahora cuenta las malas palabras de Milei, estaba en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad y usó una cantidad extraordinaria de dinero de los contribuyentes para su campaña. O sea, levanta el discurso de la corrección pero es incorrecto, hizo cosas que no están bien. Eso entró en crisis no solo en Argentina, sino en todo el mundo”.
En esa línea, Lopérfido advirtió que “lo que deberían hacer todos estos políticos o comunicadores que dicen que esto es violento y que sostenían y les parecían bien políticos como Alberto Fernández, es reflexionar sobre lo que ha sido su accionar. Porque cada vez que critican a Milei por las malas palabras, a Milei le viene fenomenal. Porque esos políticos, comunicadores o empresarios lo que han hecho es defraudar a la sociedad de una manera muy grande”.
“La sociedad llegó a las elecciones pasadas completamente decepcionada por los políticos como (Sergio) Massa, como Larreta, como Alberto Fernández, que sostenían discursivamente una cosa apoyados por cámaras empresarias, por empresarios, por industriales, y hacían otra. Alberto Fernández decía que era feminista y le pegaba a la mujer; Massa decía que había que hacer desarrollo económico, y usaba el dinero y tomaba medidas económicas para favorecer su campaña electoral; Larreta hacía una campaña electoral como si fuera para la Presidencia de los Estados Unidos usando la estructura del Gobierno de la Ciudad. Cuando sos políticamente correcto y cuando sos formal pero nada de tus actos corresponden con tus dichos, vas a fracasar. Luego no te podés quejar de lo que hace el que vino después y te ganó. Deberías reflexionar sobre tus errores de sostener un sistema formal pero que lo que hacía era defraudar a la mayoría de la población, crear pobreza, llevar al país a un estadio tan bajo. Tenés que hacer autocrítica; no dedicarte a las malas palabras de Milei”, resaltó.
Sobre esto, el exsecretario de Cultura argentino mencionó que estás críticas tienen “dos consecuencias”: “Una es que lo favorecen a Milei; y, en segundo lugar, es una demostración palmaria de que no entienden cómo ha cambiado el mundo después de la pandemia de coronavirus, en la que mucha gente se sintió estafada y se vulneraron derechos humanos.
Lopérfido también subrayó el rol que tienen las redes sociales: “Puede tener cosas malas, pero le da a la gente la posibilidad de expresarse. Las redes hoy, mal que les pese a muchos, son la herramienta que tiene la gente que antes no podía expresarse. Ahora sí le puede escribir a un político o un periodista lo que sea. Y esto en Argentina no lo entienden estos políticos, del mismo modo que no lo entendieron los demócratas en Estados Unidos y que no lo entendieron muchos partidos en Europa”.
“No se puede hacer política solamente hablando de moral o de cómo se deben hacer las cosas. El político tiene que responder con sus actos, tiene que responder, reflexionar, hacer autocrítica de sus actos. Esa política vacía que representó cabalmente Alberto Fernández, haciéndose el progre mientras ahora vemos que cobraba cometas por los seguros y le pegaba a la mujer, además de que andaba todo el día corriendo chicas… Cuando vos hablás de moral y te comportás así -y el sistema estaba lleno de Alberto Fernández en Argentina, que decían una cosa y hacían-, no podés echarle la culpa al que usa los malos modos porque entendió cómo la cosa se dio vuelta en el mundo”, reforzó.
Y, para finalizar, resaltó “el patetismo de que un dirigente político o periodista esté hablando de las malas palabras de Milei sin que nadie preste atención a eso», porque «la gente está preocupada por su situación económica, la inflación, por la educación de sus hijos». «Eso marca el profundo desconocimiento que tienen acerca de cómo se está moviendo el mundo y quiénes son los responsables de eso. Porque, al final, que haya ciertos políticos ahora en el mundo teniendo éxito es consecuencia directa del fracaso de los que vinieron antes”.