El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que están “muy lejos” de alcanzar una “solución política y diplomática” a la guerra con Ucrania.
En medio de la escalada de violencia en la región, el funcionario de Vladimir Putin cuestionó el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y defendió los últimos ataques en el territorio ucraniano.
“A juzgar por lo que sucede ‘en el campo de batalla’, todavía estamos muy lejos de una solución política y diplomática de la crisis”, afirmó en una entrevista al diario gubernamental ruso Rossíiskaya Gazeta.
Lavrov apuntó contra “Washington y sus satélites”, quienes señaló “siguen obsesionados con la idea de infligir una derrota estratégica a Rusia” y “para acercarse a este objetivo ilusorio, están dispuestos a hacer mucho”.
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El ministro remarcó que el lanzamiento de misiles por parte de las fuerzas ucranianas hacia su país fue “un paso de escalada” en el conflicto, y justificó la respuesta rusa con un misil balístico intercontinental.
“Se ignoraron todas nuestras advertencias de que estas acciones inaceptables recibirían una respuesta adecuada. El presidente Vladimir Putin dejó claro cómo respondería Rusia a tales medidas en un discurso televisado el 21 de noviembre. Estoy seguro de que todos los responsables de causar daños a los ciudadanos y a la infraestructura de Rusia recibirán un merecido castigo”, explicó.
Además, aseveró que si bien apelan a “resolver las cuestiones controvertidas por medios pacíficos”, se encuentran “preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos”. “Ninguna escalada por parte del enemigo nos obligará a dejar de lograr los objetivos de la operación militar especial”, aclaró.
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Siguiendo esa línea, Lavrov comentó que “en lo que respecta a Ucrania, es necesario abordar las causas profundas del conflicto”. “Estos incluyen la creación de amenazas a largo plazo a la seguridad de Rusia en dirección occidental, incluida la expansión de la OTAN hacia el este, así como violaciones sistemáticas por parte del régimen de Kiev de los derechos de los rusos y de las personas que se asocian con Rusia, la cultura rusa y la fe ortodoxa”, agregó.
Por eso, consideró que “un elemento necesario de la solución política del conflicto debería ser la desmilitarización y la desnazificación, garantizando el estatus de no alineados, neutrales y libres de armas nucleares de los territorios controlados por el régimen de Kiev”. “Por supuesto, la condición para cualquier acuerdo será el reconocimiento de las realidades políticas y territoriales consagradas en la Constitución rusa”, sumó.
