La Policía Federal de Brasil dio a conocer el informe de 884 páginas, producto de una investigación de dos años, en el que concluyó que el expresidente, Jair Bolsonaro, «planificó, actuó y tuvo control de forma directa y efectiva» en el intento de golpe de Estado del 2022 contra el actual mandatario, Lula Ignacio Da Silva.
«En el contexto de esta investigación, (se encontró) que se constituyó una organización criminal, cuyos miembros, a través de una división de tareas, intentaron mantener en el poder al entonces presidente de la república Jair Bolsonaro a través de la consumación de un golpe de Estado», precisa el informe.
Y agrega: «La abolición del Estado democrático de derecho, restringiendo el ejercicio del Poder Judicial e impidiendo la toma de posesión del entonces presidente electo (Lula da Silva)».
Según las autoridades, además del ataque a Lula, Bolsonaro y sus adeptos, querían matar al entonces vicepresidente electo, Gerardo Alckmin y la manera en la que pensaban hacerlo era envenenándolo.
Otra evidencia, acorde con la Policía, es «los intercambios de mensajes muestran que la creación y difusión del manifiesto golpista, suscrito por oficiales del Ejército».
Y deja en claro que «fue con el conocimiento y consentimiento del entonces presidente de la República, Jair Bolsonaro, bajo una estrategia para incitar a los militares y presionar a los mandos del Ejército a adherirse a una ruptura institucional».
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