Por Michael D. Carroll
Los legisladores británicos dieron el viernes su aprobación preliminar a un proyecto de ley que pretende permitir que los adultos con enfermedades terminales en Inglaterra y Gales pongan fin a sus vidas con asistencia. La legislación propuesta, conocida como Proyecto de Ley sobre Adultos con Enfermedades Terminales (Fin de la Vida) o simplemente Proyecto de Ley sobre Muerte Asistida, superó su primer obstáculo en el Parlamento tras un intenso y emotivo debate.
Esta votación marca un avance decisivo, pues indica que en principio hay un amplio apoyo y allana el camino para un mayor escrutinio parlamentario. En 2015, un intento similar fracasó en esta etapa inicial.
El debate, que duró horas, abordó cuestiones profundamente personales y éticas, como la fe, el duelo, el crimen, las finanzas y la ley. Mientras tanto, cientos de defensores y opositores se congregaron frente al Parlamento, poniendo de relieve la naturaleza divisiva de la cuestión.
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¿QUÉ ARGUMENTOS ESCUCHARON LOS LEGISLADORES BRITÁNICOS A FAVOR DE LA MUERTE ASISTIDA?
Los discursos de los partidarios incluyeron historias desgarradoras sobre electores y familiares que sufrieron en los últimos meses de sus vidas y personas moribundas que terminaron sus vidas suicidándose en secreto porque actualmente es un delito que alguien brinde asistencia.
Los que se opusieron hablaron del peligro de que las personas vulnerables, mayores y discapacitadas pudieran verse obligadas a optar por la muerte asistida para ahorrar dinero o aliviar la carga de sus familiares. Otros pidieron que se mejoraran los cuidados paliativos para aliviar el sufrimiento como alternativa.
«Seamos claros, no estamos hablando de una elección entre la vida o la muerte, estamos hablando de darle a las personas moribundas la opción de elegir cómo morir», dijo la principal promotora del proyecto de ley, Kim Leadbeater, en el discurso inaugural en una cámara repleta.
Ella admitió que no es una decisión fácil para los legisladores pero que «si alguno de nosotros quería una vida fácil, está en el lugar equivocado».
¿CUÁL FUE EL ARGUMENTO CONTRA LA MUERTE ASISTIDA?
Danny Kruger, quien lideró los argumentos contra el proyecto de ley, dijo que cree que el Parlamento puede hacer algo «mejor» para las personas con enfermedades terminales que un «servicio estatal de suicidio» y que el papel de las legislaturas es ofrecer salvaguardas para los más vulnerables.
«Somos la salvaguardia, este lugar, este Parlamento, ustedes y yo», dijo. «Somos las personas que protegemos a los más vulnerables de la sociedad y, sin embargo, estamos a punto de abandonar ese papel».
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¿QUÉ PASARÁ A CONTINUACIÓN CON EL PROYECTO DE LEY SOBRE MUERTE ASISTIDA?
Antes del debate, unos 180 legisladores indicaron que apoyarían la propuesta, mientras que unos 150 dijeron que no lo harían. Los otros 300 legisladores o bien no habían tomado una decisión o bien no revelaron su intención de votar.
Si se vota a favor del proyecto de ley, éste pasará a otra ronda de audiencias, donde se someterá a un mayor escrutinio y votación en ambas cámaras del Parlamento. Si finalmente se aprueba, es poco probable que alguna nueva ley entre en vigor en los próximos dos o tres años.
Publicado en cooperación con Newsweek Internacional