Por Alejandra Gallo
Inflación a la baja, fin del cepo, más motosierra, menores costos fiscales. ¿Cuáles son los desafíos para el año que viene, desde la mirada del sector empresarial?
Hay una crucial coincidencia en la mirada sobre la economía que vendrá, tanto por parte del ciudadano de a pie como del empresariado, los especialistas, los sindicalistas e incluso del propio equipo económico de Javier Milei.
Los indicadores oficiales sobre inflación muestran la suba de precios más baja de los últimos tres años. Sin embargo, sin señales palpables en la vida cotidiana, todas las cuentas podrían tener un sabor amargo.
El año que viene habrá elecciones legislativas, en las que el oficialismo apostará a engrosar su músculo parlamentario y la oposición, a resurgir. Por eso, el termómetro inflacionario en la vida cotidiana tendrá un impacto central en las urnas y en el clima de negocios.
Los desafíos económicos de 2025 están en la agenda de los CEO, y pueden resumirse en cinco claves.
ADIÓS AL CEPO
El reclamo por el levantamiento total del cepo une a todos los sectores. El equipo económico de Milei y él mismo prometieron eliminarlo desde el minuto uno, pero a poco de asumir identificaron las dificultades de hacerlo vertiginosamente.
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Fuentes oficiales no descartan borradores ensayando varios escenarios posibles para un eventual levantamiento en el primer trimestre. Sin embargo, todo dependerá de la misma variable de siempre: los dólares que ingresarán por el blanqueo y el resultado de la cosecha gruesa en marzo. En ese sentido, el exitoso blanqueo ya arrojó unos US$ 20.000 millones.
MÁS REFORMAS DE FONDO
Una gran porción del empresariado confía en el cambio que propone Milei, aun con estilos que no comparten totalmente; pero a la hora de separar las palabras de los hechos de la gestión, apuestan a más reformas troncales para el año próximo.
Un ejemplo es la disolución de la AFIP y la creación de ARCA. Los directivos esperan que, más allá de las tensiones sectoriales, la decisión política gubernamental se concentre en una simplificación impositiva y en un mejor y más transparente sistema de recaudación nacional y provincial. Y lo mismo con la simplificación de la normativa laboral, para acelerar las contrataciones en blanco.
AGRO Y PYMES
Sin crecimiento económico para 2025, será muy difícil proyectar una recuperación que se sienta de manera real en los bolsillos y en la vida cotidiana. Por lo tanto, pareciera que la dinámica agropecuaria será la que motorizará la economía (más que la fabril).
Los últimos datos de la UIA revelaron que hasta septiembre la caída acumulada en las fábricas es del 12,1%, mientras que las importaciones y exportaciones con Brasil (principal socio argentino) aumentaron 25% y casi 30%, respectivamente, de la mano del complejo agroindustrial.
Asimismo, la última encuesta del Observatorio Pyme destacó un mayor peso de las tarifas (pasaron de representar el 5% en 2015 a un 11% actualmente) y de las tasas municipales y provinciales (el IIBB es de 6% y 3%, respectivamente) en los costos de las pymes industriales y la industria del conocimiento.
CONSUMO LENTO
La reactivación del consumo es uno de los vectores más esperados en el arranque de 2025, aunque la vuelta de las compras en cuotas parece haber reactivado algunas ventas.
A mediados de 2024 los referentes del sector comenzaron a ver con entusiasmo que se recortaban las caídas en el consumo, que se había desplomado en el primer semestre llegando a bajas de hasta el 38%.
El impulso que se logre en el comienzo del próximo año será fundamental para mejorar las expectativas.
INFLACIÓN DE DOS DÍGITOS
La necesidad de que los síntomas aislados de recuperación se consoliden y se sostengan en 2025 es tan importante como la desaceleración de precios.
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El Gobierno descuenta que será una tendencia imbatible para el año próximo y pronosticó en el Presupuesto una inflación anual del 18,3%, un descenso muy optimista pero con un alentador escenario de dos dígitos anuales.
El FMI, en tanto, consideró que Argentina será el único país de la región que no crecerá, y avaló la teoría de dos dígitos anuales, solo que en torno al 45% anual.
Con este “menú navideño” el empresariado local redactará la carta para Papá Noel, mientras el Gobierno intensifica las señales económicas hacia el rumbo elegido. Solo resta saber si la dirigencia política encontrará la receta para lograr el crecimiento prometido.
