El presidente Javier Milei participó este miércoles en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en donde brindó un discurso con el que llamó a los representantes de la ultraderecha mundial a dar la “batalla cultural” contra el socialismo.
El jefe de Estado fue el último orador de la jornada en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Allí, destacó que “hoy en el mundo, de la mano de Donald Trump, de (Nayib) Bukele y nosotros aquí en Argentina, en el mundo se respiran nuevos vientos de libertad”, y que “estamos frente a una oportunidad histórica para empezar a cambiar el mundo”.
Milei consideró que “no alcanza con gestionar bien”, sino que también deben “coordinar internacionalmente” para “dar la batalla cultural” y evitar que “los zurdos no nos entren por ningún lado”.
“Tenemos que alimentar nuestra visión, porque en la medida que nosotros fortalezcamos nuestra visión eso nos va a hacer resilientes, nos va a permitir enfrentar a los zurdos y ganarle en todos los terrenos y terminar de una vez por todas con la basura del socialismo”, enfatizó.
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El mandatario criticó nuevamente a la oposición y al periodismo por cuestionar sus posibles logros. “Comían pochoclos porque nos caíamos primero en marzo, luego en abril, luego en mayo, luego en junio. Bueno, los comedores de pochoclo deben estar bien gordos, porque no les hemos dado el gusto”, remarcó.
En esa línea, a riesgo de ser considerado “totalitario”, aseguró que “nos importa un rábano la opinión de los políticos sobre casi todos los temas” y que “nunca hay que negociar las ideas para rascar un voto. “Si no pensábamos negociar antes, ahora que los resultados acompañan menos”, arremetió.
Ante decenas de representantes de la ultraderecha mundial, Milei afirmó que “la única forma de combatir el mal organizado es con el bien organizado”, y pidió “no ceder ante el mal, ante el socialismo”, sino “combatirlo con más fuerza y terminar de sacarlos a patadas en el culo”.
Resaltó que la política “se trata de poder”, y que “si no lo tenemos nosotros, lo tienen los zurdos”. En ese sentido, recalcó que “hay que ser inclementes y nunca ceder un centímetro”. Y reforzó que “dar la batalla cultural desde el poder es una obligación”, ya que “las ideas lamentablemente no ganan por mérito propio, deben ser promovidas activamente”.
“Hoy el mundo está ante un cambio de época. Creo que a esta altura hay pocos que lo nieguen. Nosotros, todos los que estamos aquí, jugamos un papel importante en ese cambio de época”, finalizó.
