El acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) comenzó a dividir las aguas en Europa. Al rechazo del Gobierno de Francia se sumó Italia, mientras que España mostró voluntad para firmarlo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha manifestado en varias ocasiones su descontento por este tratado de libre comercio en defensa de sus agricultores, ya que desde su administración consideran que tal como está redactado es “inaceptable”.
Al respecto, funcionarios remarcaron en una rueda de prensa que “el acuerdo no está ni firmado ni ratificado”, por lo que el mismo “no entró en vigor”.
En la misma línea se sumó el Gobierno de Giorgia Meloni, que también advirtió que no va firmar el tratado con el Mercosur a menos que se incluyan “garantías y compensaciones adecuadas” para el sector agrícola.
“Confirmando que la profundización de las relaciones con los países del Mercosur debe seguir siendo una prioridad estratégica, en términos políticos, económicos e industriales, tanto para la UE como para Italia, el Gobierno italiano considera que no hay condiciones para firmar el texto actual”, señalaron fuentes del gabinete italiano a EFE.
ESPAÑA, A FAVOR DEL ACUERDO
Mientras los agricultores españoles han mostrado preocupación y descontento por el acuerdo entre la UE y el Mercosur, el ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, celebró que se haya alcanzado un entendimiento.
Consideró a este tratado como “el logro más importante” de la política exterior de su país, ya que marca “un antes y un después” en la alianza entre las dos zonas. Además, mencionó que España puede ser un “puente entre América Latina y la UE”.
Destacó también que este acuerdo “articulará y potenciará la cooperación política y económica” entre Europa y el Mercosur. Pese a los reclamos de los agricultores, Cuerpo afirmó que es “muy positivo y equilibrado”, y que traerá beneficios económicos, sociales y medioambientales.