Los asilados políticos en la Embajada Argentina en Caracas, Venezuela, hablaron por primera vez en el marco del asedio que el régimen de Nicolás Maduro lleva a cabo contra quienes se encuentran allí.
En un rueda de prensa, Magalli Meda, jefa de campaña del Comando Con Venezuela; Pedro Urruchurtu, coordinador internacional del Comando Con Venezuela y Omar González, jefe del Comando Con Venezuela Anzoátegui, decidieron romper el silencio.
Acerca de «por qué decidieron hablar antes y no ahora», Magalli explicó: «Estamos en una situación de alto riesgo y no sabemos si podremos volver a conversar con ustedes» y recordó: «Nosotros seis estamos próximos a cumplir nueve meses acá asilados y las situaciones son cada día más complejas».
Contó que «en estos 9 meses desarrollamos un trabajo importante en el Comando Con Venezuela» e hizo hincapié en que «nosotros somos solo una pequeña parte de esta gesta».
«Lo que ha pasado es el negarse a aceptar la voluntad de todo un país. Es un abuso y la violación total a nuestros derechos», afirmó.
Y dejó en claro que «necesitamos ayuda». En este sentido, remarcó que «el régimen ha usado esta embajada como un mecanismo de coacción» por lo que «son horas difíciles, estamos a 26 días al 10 de enero».
Luego, hicieron foco en la Argentina y les consultaron «qué acciones debería tomar el presidente Javier Milei» ante lo cual Urruchurtu destacó que «desde que estamos acá hemos tenido el apoyo el gobierno de Argentina».
Y subrayó que «seguimos a la espera de los salvoconductos».
En este punto, resaltó que «ha habido una interlocución importante con el gobierno argentino».
Y recalcó que «ya no son solamente nueve meses en esta sede diplomática. Estamos viviendo una asedio que no tiene precedente en Venezuela».
Desde un lado más personal, les preguntaron a los asilados «cómo se sienten al pasar estas fechas navideñas sin sus familias» y aquí Omar González advirtió: «El acoso y hostigamiento ha ido escalando» y precisó que «nunca se nos permitió asomar la nariz fuera de la sede diplomática» por lo que «esto se ha ido agravando».
«Desde hace meses no vemos a nuestras familias. Se les ha prohibido la entrada», aseveró.
«Aquí no entra nadie sin la autorización de la policía del régimen de Maduro; ni siquiera los trabajadores de mantenimiento de la sede diplomática», indicó y agregó: «Ahora han convertido el vecindario en centros de espionaje y madrigueras de asedio».
«Esto viene escalando», reiteró y añadió: «Además de las amenazas diarias. El daño es tremendo y la imposibilidad, sobre todo en esta época».
«En mi caso tengo 74 años y 54 años de casado y lo pasaré sin mi esposa, ni mis hijos, ni nietos», expresó.
Respecto a sí «hay personal diplomático en la embajada», Magalli contestó: «Nosotros estamos solos acá; el personal que labora ya no está acá por descanso festivo. Esto es delicado; hoy está uno de ellos preso. El viernes fue detenido y hasta ahora no se sabe dónde está. Se cumplirán dos días de su desaparición».
Y dejó en claro que «el régimen controla todo de lo que entra y sale. Aquí el régimen toma fotografías de todo».
Para concluir, «¿Se sienten satisfecho con lo logrado hasta ahora? ¿Qué viene? «Lo que tenía que pasar pasó; la elección se dio y nosotros ganamos», remarcó Magallí y agregó: «Aquí lo que viene ahora es un proceso donde tiene que legitimar la victoria».
«Todo lo que ellos están haciendo es parte de un proceso de negarse aceptar la voluntad popular y no sabemos qué pueden hacer ellos en los próximos 26 días. Pero nosotros aquí ya lo que teníamos que hacer lo hicimos que era ganar una elección», enfatizó.
«No somos una amenaza para nadie, somos un equipo de trabajo y somos una pequeña parte de miles y miles de personas que están en todas las ciudades, pueblos y municipios de este país y son parte de la verdad de lo que ocurrió el 28 de julio», destacó y afirmó que «el proceso de acusaciones, de amenazas y de su puesto de terrorismo claramente falso».
«Nosotros somos ciudadanos, padres, madres, jóvenes y servidores públicos que luchan por el país y la democracia», concluyó.