El Papa Francisco celebra hoy sus 88 años y de esta manera se convierte en el tercer pontífice más longevo que sigue en el cargo. Solo lo superan León XIII, quien vivió hasta los 93 años, y Agatón, un Papa del siglo VII que alcanzó los 102 años.
Vale destacar que su antecesor, Benedicto XVI, murió a los 95 años, aunque dejó el papado a los 85. Con su salud aún frágil pero estable, Francisco sigue al frente de la Iglesia.
En cuanto a su estado físico, el primer cardenal ha tenido que hacer ajustes en su rutina. A menudo se le ve en silla de ruedas debido a problemas de movilidad, pero esto no fue impedimento para su agenda de trabajo. En el último año, el Papa ha mantenido un ritmo constante de compromisos oficiales, con días que incluyeron hasta 9 encuentros públicos y privados.
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Su estado mental fue uno de los elogios que hizo su médico, quien después de una operación de hernia abdominal afirmó que el Papa tiene «la cabeza de un hombre de 60».
Sin embargo, no todo ha sido fácil para él en este último tiempo. Durante los primeros meses de 2024, Francisco enfrentó serios problemas respiratorios que le obligaron a delegar algunas de sus tareas, como las homilías de la Semana Santa. En particular, no pudo pronunciar la homilía del Domingo de Ramos y, por primera vez, no estuvo presente en el Coliseo para presidir el Vía Crucis.
A pesar de estos desafíos, Francisco demostró una gran energía. En 2024, realizó el viaje más largo de su pontificado, visitando varias ciudades en el extranjero. Dos días antes de cumplir 88 años, viajó a Córcega, Francia, para participar en un importante encuentro de religiosidad popular, una muestra más de su compromiso con la misión papal, a pesar de las dificultades físicas.