El enviado especial de las Naciones Unidas (ONU) en Siria, Geir Pedersen, aseguró que hay “muchas esperanzas” para ver “una nueva Siria” tras el derrocamiento del régimen de Bashar Al-Assad.
El funcionario de la ONU se reunió con las nuevas autoridades del HTS (Hayat Tahrir al-Sham) en Damasco, además de familiares de los detenidos y desaparecidos y otros activistas.
Si bien señaló que “sólo han pasado 11 días” del final del régimen de Al-Assad, remarcó que “hay muchas esperanzas de que ahora podamos ver el comienzo de una nueva Siria”.
“Una nueva Siria que, de conformidad con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad, adoptará una nueva constitución que garantizará que exista un contrato social, un nuevo contrato social para todos los sirios, y que tendremos elecciones libres y justas cuando llegue ese momento, después de un período de transición”, comentó.
Pese a esto, Pedersen remarcó que hay “algunos desafíos”. El principal es que “el conflicto aún no ha terminado”, ya que aunque hay “estabilidad” en Damasco hay otras zonas donde aún continúan los combates.
“Estoy muy contento de que se haya renovado la tregua y de que parezca mantenerse, pero espero que veamos una solución política a esa cuestión”, enfatizó.
También mencionó “la magnitud de los desafíos económicos”, ya que Siria necesita “asistencia humanitaria inmediata”, como también seguridad de que el país “pueda reconstruirse, de que podamos ver una recuperación económica y de que podamos ver el comienzo del proceso para poner fin a las sanciones”.
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Por último, se refirió a la “importancia de asegurarnos de que tengamos una transición política que sea creíble, inclusiva e incluya a la más amplia gama de la sociedad siria y de los partidos sirios”.
“Hemos expresado a la nueva administración que la ONU está aquí para ayudar y asistir y que esperamos una cooperación estrecha donde podamos avanzar juntos en todos los temas críticos para Siria, y espero con mucho interés continuar ese diálogo”, afirmó.