Un caso policial que comenzó hace un año en Zaragoza, España, tomó un giro inesperado gracias a Google Maps.
Todo comenzó cuando un hombre cubano denunció la desaparición de su primo, con quien mantenía un contacto frecuente. La alarma se encendió cuando recibió un mensaje de él, indicando que se iría de Soria y abandonaría su teléfono.
Este extraño mensaje impulsó la denuncia y, tras una ardua investigación, la Policía Nacional detuvo a una mujer y a su exmarido, sospechosos de estar involucrados en su posible asesinato.
La investigación inicial se centró en el entorno cercano de la víctima, cuyo nombre era J. L. P.O., de 33 años. A partir de allí, los agentes realizaron registros en los domicilios de los detenidos y en sus vehículos, donde encontraron pruebas clave. Sin embargo, fue una herramienta menos convencional, Google Maps, la que aportó un elemento crucial: una imagen captada por la cámara del servicio que mostraba a un hombre colocando un objeto voluminoso en el baúl de un coche.
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Aunque las autoridades no le dieron gran importancia a la imagen obtenida, señalaron que no podía ser descartada. El hallazgo de esta escena fue uno de los muchos indicios que llevaron a los investigadores a profundizar en los detalles del caso. A lo largo del caso, los esfuerzos se centraron en localizar el cuerpo de la víctima, lo que finalmente sucedió el 11 de diciembre en el cementerio de Andaluz, cerca de Tajueco.
Los restos, en avanzado estado de descomposición, fueron enterrados en el lugar y se está a la espera de la identificación final. Por ahora, las autoridades no han confirmado que los restos pertenezcan al desaparecido, pero todo apunta a que se trata de él.
La investigación continúa en marcha para esclarecer completamente los hechos.