El Porsche Design Tower, un lujoso rascacielos de 200 metros en Miami que atrajo figuras como Lionel Messi, Thalía y Maluma como propietarios, comenzó a hundirse a un ritmo alarmante. Especialistas lo atribuyen a la fragilidad del terreno, insuficiente para soportar la magnitud de estructuras de esta altura.
Este problema puso bajo la lupa la estabilidad de los edificios en la zona costera del sur de Florida. Además de esta torre, otros 36 condominios cercanos enfrentaron hundimientos similares.
Expertos indican que el movimiento del suelo está relacionado con la composición de la piedra caliza bajo la playa, el peso de los edificios y las vibraciones generadas al construir sus cimientos. Factores naturales, como las mareas, junto con las obras en un radio de 320 metros, también contribuyeron a agravar esta situación.
Un reciente estudio de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas de la Universidad de Miami reveló que 35 edificios, a lo largo de 19 kilómetros entre Miami Beach y Sunny Isles Beach, experimentaron hundimientos de entre 2 y 8 centímetros. Cerca de la mitad de estas edificaciones tenían menos de una década.
Aunque los hundimientos suelen ser comunes en estructuras recién construidas, los científicos advirtieron que estos podrían prolongarse y hasta intensificarse con el tiempo.