El presidente saliente de Estados Unidos Joe Biden anunció en las últimas horas la conmutación de las penas de 37 de los 40 condenados a muerte por la justicia federal, en un movimiento que refuerza su política contra la pena capital.
La decisión llega pocas semanas antes de la jura de Donald Trump, quien ya afirmó abiertamente su apoyo a la ampliación de las ejecuciones. Según Biden, estos cambios son coherentes con la moratoria impuesta por su administración, que excluye únicamente los casos de terrorismo y asesinatos en masa motivados por el odio.
Los condenados ahora cumplirán cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Entre los tres reclusos que aún enfrentan la pena de muerte se encuentran Dylann Roof, responsable de la masacre racista en una iglesia de Charleston; Dzhokhar Tsarnaev, autor del atentado en el maratón de Boston; y Robert Bowers, quien perpetró el ataque antisemita en la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh.
Biden justificó su decisión destacando la importancia de un sistema de justicia justo, aunque dejó claro que condena los crímenes cometidos y empatiza con las víctimas y sus familias. A pesar de esta medida, el presidente enfrenta duras críticas por no haber cumplido completamente su promesa de eliminar la pena de muerte a nivel federal.
Por su parte, el mandatario electo Donald Trump ha mostrado una postura completamente opuesta, promoviendo activamente la ampliación de las ejecuciones durante su primer mandato. En ese período, se llevaron a cabo 13 ejecuciones federales, más que con cualquier otro presidente en la era moderna, incluidas tres después de las elecciones de 2020.
Trump reiteró su deseo de aplicar la pena capital a traficantes de drogas y ha elogiado modelos punitivos más severos, como el de China.
La decisión de Biden también se produjo en un contexto de presiones políticas y legales. Hace solo semanas, el mandatario conmutó las penas de unas 1.500 personas liberadas durante la pandemia y de otras 39 condenadas por delitos no violentos, en el mayor acto de clemencia en un solo día de la historia reciente. Sin embargo, este movimiento se vio opacado por el indulto otorgado a su hijo Hunter Biden, acusado de delitos fiscales y posesión de armas, lo que generó controversia en Washington y abrió interrogantes sobre posibles indultos preventivos para aliados de su administración.