La pobreza en América Latina y el Caribe afecta a más de 200 millones de personas, según un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Aunque la región logró avances en las últimas décadas, la condición extrema persiste, con cerca de 100 millones de personas viviendo con menos de USD 3.65 por día.
El estudio destaca que la pobreza no es homogénea y varía según el país y la región. Más de la mitad de las personas en pobreza extrema se concentran en tres países: Brasil, México y Venezuela, que juntos albergan al 60% de los pobres y al 59% de los extremadamente pobres de la región.
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Además, la pobreza en América Latina tiene un rostro urbano. Dos tercios de las personas en situación de pobreza y poco más de la mitad de aquellas en pobreza extrema residen en áreas urbanas. Sin embargo, esta distribución varía considerablemente entre países. Mientras que en Bolivia y Guatemala la pobreza extrema está fuertemente concentrada en zonas rurales, en países como Chile y Uruguay el problema tiene un rostro predominantemente urbano.
Los grupos más vulnerables incluyen a los niños, los afrodescendientes y los pueblos indígenas, quienes tienen entre 11 y 15 puntos porcentuales más probabilidades de ser pobres que el resto de la población. Esta disparidad resalta la necesidad de políticas públicas que aborden las desigualdades estructurales y promuevan la inclusión social.
A pesar de estos desafíos, el informe también señala que la pobreza en la región ha disminuido a su punto más bajo en lo que va del siglo, con una de cada cuatro personas viviendo con menos de USD 6.85 por día. Esta reducción refleja esfuerzos y políticas que han tenido un impacto positivo, aunque aún queda trabajo por hacer para erradicar la pobreza y garantizar una vida digna para todos.