Portugal declaró que sólo le quedaban siete camas libres en las unidades de cuidados intensivos (UCI) creadas para atender los casos de COVID-19 en su territorio continental, después de que el aumento de las infecciones llevara a las autoridades lusas a enviar a algunos pacientes críticos a la isla de Madeira.
Los datos del Ministerio de Sanidad portugués mostraron que, de las 850 camas de UCI asignadas a los casos de COVID-19 en su territorio continental, un récord de 843 estaban ocupadas. El país, de 10 millones de habitantes, dispone de otras 420 camas de UCI para los enfermos de otras dolencias.
El ministerio indicó que el número de contagios diarios fue de 12.435, lo que supone un descenso respecto al récord del jueves, mientras que se produjeron 293 muertes.
Portugal, que hasta ahora ha notificado un total de 12.179 muertes por COVID-19 y 711.018 casos, tiene la media móvil de siete días de casos y muertes per cápita más alta del mundo, según el rastreador de datos www.ourworldindata.org.
El Ministerio de Justicia portugués dijo el viernes que su instituto de medicina forense, cuya función incluye la realización de autopsias para la policía y otros organismos, había solicitado un camión frigorífico para conservar los cadáveres, ya que las funerarias no podían llevarlos con la suficiente rapidez.
Una asociación que representa a las funerarias del país dijo que los hospitales públicos también se estaban quedando sin espacios refrigerados para conservar los cuerpos. Algunos hospitales han instalado contenedores frigoríficos para aliviar la presión en sus morgues.
Ante la falta de camas en el territorio peninsular, tres pacientes que necesitaban recibir cuidados intensivos fueron trasladados por aire desde Lisboa a la isla portuguesa de Madeira, donde el sistema sanitario está menos presionado.
El Gobierno ha atribuido el aumento de los contagios a la decisión de relajar las restricciones durante el periodo navideño, culpando de la velocidad de propagación de las infecciones a una nueva variante detectada por primera vez en Reino Unido.
El Instituto Nacional de Salud Doctor Ricardo Jorge ha declarado a la agencia de noticias Lusa que es probable que la variante represente el 65% de los nuevos casos de COVID-19 en tres semanas. Portugal ha prolongado su confinamiento hasta mediados de febrero y ha impuesto estrictas restricciones a los viajes.