Taiwán denunció un preocupante incremento en los casos de espionaje vinculados a China, según informó recientemente la Oficina de Seguridad Nacional (NSB) de la isla.
Durante el último año, se identificaron 64 incidentes en los que ciudadanos taiwaneses participaron presuntamente en actividades de espionaje, lo que marcó un incremento del 33 % respecto al año anterior. Este panorama refleja la creciente presión política y militar que Pekín ejerce sobre Taiwán, una isla que considera parte de su territorio.
El informe destacó que dos tercios de los implicados eran militares, ya sea en servicio activo o retirados, quienes representan un objetivo clave para las operaciones de infiltración de China. Según la NSB, el Partido Comunista Chino (PCCh) utilizó métodos diversos para recopilar información confidencial, incluyendo vínculos con bandas criminales, bancos clandestinos y organizaciones religiosas. Estos canales sirvieron para reclutar colaboradores y acceder a datos sensibles sobre las fuerzas armadas y el gobierno taiwanés.
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Entre las tácticas empleadas se identificó el uso de militares retirados para convencer a sus colegas en activo de entregar datos estratégicos. Las misiones asignadas a los reclutados incluyeron la obtención de fotografías de instalaciones militares y diplomáticas cruciales, como las oficinas de representación de Estados Unidos en Taipei. En casos más graves, se habrían formado equipos con fines de sabotaje y se discutió incluso la posibilidad de izar la bandera china durante una eventual invasión.
En años recientes, China intensificó su presión sobre Taiwán mediante ejercicios militares cerca de la isla, el uso de globos de vigilancia y campañas de desinformación.
Dichas estrategias buscan reforzar la narrativa de que Taiwán es una provincia separatista, aunque la isla opera como una democracia autónoma con su propio gobierno. En respuesta, las autoridades taiwanesas reafirmaron su compromiso de defender la soberanía y reforzar su seguridad nacional frente a estas amenazas.
El gobierno taiwanés condenó enérgicamente cualquier intento de infiltración y subrayó la necesidad de redoblar esfuerzos para proteger sus intereses estratégicos.
Las autoridades hicieron un llamado a la población para mantenerse alerta ante posibles actividades sospechosas y colaborar con las fuerzas de seguridad en la detección de agentes infiltrados.
