La compañía aeroespacial Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos, anunció que el lanzamiento inaugural de su cohete New Glenn, programado inicialmente para la madrugada del lunes, fue nuevamente pospuesto.
Informó que intentará realizar el despegue este jueves, dentro de una ventana de tres horas que comenzará a la 01:00, hora local.
Los aplazamientos se debieron a las condiciones climáticas desfavorables y son situaciones que son frecuentes en la industria aeroespacial debido a los altos estándares de seguridad.
El New Glenn, un cohete de 98 metros de altura equivalente a un edificio de 32 pisos, debía despegar desde Cabo Cañaveral en un lanzamiento originalmente programado para el domingo. Sin embargo, las condiciones en el mar obligaron a cancelar el intento.
Dicha misión, denominada NG-1, representa un paso clave en los esfuerzos de Blue Origin por competir con SpaceX, la compañía de Elon Musk, que actualmente lidera el mercado con sus cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy.
A pesar de los retrasos, expertos como G. Scott Hubbard, ex funcionario de la NASA, consideran positiva la entrada de Blue Origin como competidor en el mercado espacial. Hubbard destacó que esta competencia amplía las opciones dentro de una industria históricamente dominada por SpaceX. Curiosamente, SpaceX planea realizar un nuevo ensayo orbital de su gigantesco cohete Starship al día siguiente del lanzamiento de Blue Origin, elevando la rivalidad tecnológica entre ambas empresas.
El New Glenn, diseñado para transportar cargas útiles más voluminosas, supera en tamaño al Falcon 9 y busca consolidarse como una alternativa intermedia entre este y el Falcon Heavy.
Además de esta misión inaugural, Blue Origin planea utilizar el New Glenn para proyectos como el despliegue de la red de satélites Kuiper, diseñada para competir con Starlink de SpaceX. La compañía también firmó contratos con la NASA para lanzar sondas hacia Marte, marcando un avance en su incursión en vuelos orbitales.