«El papa ha descansado bien, toda la noche», afirma el escueto parte médico difundido esta mañana por el Vaticano, un mensaje que trajo un respiro de alivio tras la leve mejoría reportada ayer.
Aunque su estado sigue siendo delicado, la evolución de Francisco mantiene en vilo a millones de fieles que, alrededor del mundo, continúan elevando oraciones por su recuperación.
En Roma, la incertidumbre no impidió que la Curia Romana y cientos de católicos se congregaran en la plaza de San Pedro, bajo una leve llovizna, para pedir por la salud del pontífice argentino. Mientras tanto, los médicos cambiaron sutilmente su tono: si ayer decían que el papa estaba «descansado» y que se había «despertado», hoy aseguraron que ha «descansado bien toda la noche», una señal de estabilidad en medio de la preocupación.
El último informe médico trajo otro dato alentador: no se registraron nuevos episodios de crisis respiratorias asmáticas y ciertos valores en los análisis han mostrado una mejoría.
La insuficiencia renal, que generaba gran inquietud debido a su edad y la neumonía bilateral que padece desde el 14 de febrero, ya «no genera preocupación», según los especialistas. Aun así, el pontífice sigue bajo oxigenoterapia, aunque con un flujo y porcentaje ligeramente reducidos.