Por Saajan Jogia, de Newsweek
El piloto de Fórmula 1 de Alpine, Pierre Gasly, rompió el silencio sobre los intentos de la FIA de prohibir las palabrotas, calificando las sanciones de «severas» y cuestionando si eran necesarias.
La FIA, el organismo rector de la Fórmula 1, ha categorizado ciertas acciones y comportamientos como «mala conducta», incluyendo lenguaje y gestos insultantes o inapropiados. Se dice que la iniciativa fue liderada por el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, quien expresó su desaprobación por las palabrotas de los pilotos por la radio del equipo.
Si bien los pilotos de F1 apoyan un lenguaje y un comportamiento limpios, la FIA ha revisado las sanciones por mala conducta, con multas que comienzan en €40.000 por una primera infracción, €80.000 y un mes de suspensión por una segunda infracción, y una multa de €120.000 con posible deducción de puntos por una tercera infracción.
También se les ha prohibido emitir declaraciones religiosas, políticas o personales sin el consentimiento de la FIA. Varios pilotos han expresado que las normas actualizadas son severas. El asunto se ha convertido en tema de debate desde que se ha descubierto que los pilotos se expresan de forma despreocupada bajo los efectos de la adrenalina al hablar por radio durante los fines de semana de carrera.
Antes del fin de semana del Gran Premio de China en Shanghái, se le preguntó a Gasly sobre la reunión de pilotos celebrada en Melbourne el fin de semana pasado y si estaba claro qué se considera mala conducta. Dijo:
«Creo que está claro. Obviamente se ha hablado de ello y creo que mi opinión al respecto es que somos profesionales y queremos ser respetuosos. Somos modelos a seguir. Tenemos que cumplir con los estándares y usar el sentido común, porque creo que es totalmente comprensible».
«Al mismo tiempo, creo que no siempre es fácil cuando no se habla el idioma materno. Soy francés y aprendo inglés». Hablo inglés, pero no me siento tan cómodo como cuando hablo francés.
El piloto de Alpine señaló que las barreras lingüísticas pueden dar lugar a malas interpretaciones cuando el inglés no es la primera lengua y comentó que las nuevas sanciones eran cuestionables. Añadió: «No siempre se dice exactamente lo que se quiere decir cuando no se habla el idioma. Al final, esto es lo que tenemos que afrontar. Creo que hubo una buena conversación. Entendemos adónde queremos llegar y creo que todos queremos llegar a un acuerdo”.
«Se trata simplemente del camino. Las sanciones, al respecto, son un poco cuestionables y ojalá podamos mejorarlas. En cuanto al entorno, ojalá podamos llegar a una situación más comprensiva en cuanto a multas y sanciones, que al final resultan un poco duras porque no parecen realmente necesarias».
Publicado en cooperación con Newsweek Internacional
