Dos investigadores con sede en Canadá instaron a los Gobiernos a retrasar la administración de la segunda dosis de la vacuna de COVID-19 de Pfizer Inc, que, según ellos, tiene una eficacia del 92,6% tras la primera dosis, ya que no es significativamente beneficiosa a corto plazo.
Danuta Skowronski y Gaston De Serres dijeron que sus hallazgos se derivaban de los documentos de Pfizer presentados a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). Estos resultados también fueron similares a la eficacia de la primera dosis del 92,1% comunicada para la vacuna mRNA-1273 de Moderna Inc, según dijeron Skowronski y De Serres en su carta publicada en el New England Journal of Medicine.
Los expertos advirtieron que puede haber incertidumbre sobre la duración de la protección con una sola dosis, pero dijeron que la administración de la segunda dosis un mes después de la primera proporcionaba «poco beneficio añadido a corto plazo».
«Dada la actual escasez de vacunas, el aplazamiento de la segunda dosis es una cuestión de seguridad nacional que, si se ignora, sin duda provocará miles de hospitalizaciones y muertes relacionadas con COVID-19 este invierno en Estados Unidos», advirtieron los autores.
En su respuesta, Pfizer dijo que aún no se habían evaluado regímenes de dosificación alternativos de su vacuna y que la decisión de hacerlo correspondía a las autoridades sanitarias. «En Pfizer creemos que es fundamental que las autoridades sanitarias lleven a cabo la vigilancia de los calendarios de dosificación alternativos aplicados para garantizar que las vacunas proporcionen la máxima protección posible», añadió la empresa.
En Reino Unido, las autoridades han afirmado que los datos respaldan su decisión de pasar a un calendario de dosificación de 12 semanas para la vacuna de COVID-19 de Pfizer. Tanto Pfizer como su socio BioNTech han advertido que no disponían de pruebas para demostrarlo. Sin embargo, el organismo estadounidense FDA y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se han ceñido al intervalo probado en los ensayos. La EMA ha dicho que debe haber un intervalo máximo de 42 días entre la primera y la segunda inyección de la vacuna, mientras que la FDA exige un espacio de 21 días entre las dos dosis de la vacuna de Pfizer.
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