Para obtener una correcta nutrición necesitamos consumir mucha variedad de alimentos: frutas, verduras, lácteos, cereales, carnes, legumbres… Sin embargo, algunos de ellos pueden producir síntomas incómodos debido a su incorrecta o dificultosa digestión. Es por eso que muchas veces se puede confundir una intolerancia alimentaria con una alergia.
Una intolerancia es una respuesta anómala que presenta el organismo al contacto de algún reactivo de alimentos o aditivos alimentarios. En general las intolerancias no se manifiestan inmediatamente luego de ingerir el alimento, sino que los síntomas son crónicos y se manifiestan de manera menos evidente que las alergias.
Quienes manifiestan intolerancia a alguno de los alimentos, aditivos, colorantes y/o conservantes habituales en la ingesta diaria es probable que padezcan síntomas tales como: dolores de cabeza frecuentes, fatiga crónica, dolores articulares, edemas, rinitis, problemas dermatológicos o gastrointestinales, entre otras.
Una intolerancia es una respuesta anómala que presenta el organismo al contacto de algún reactivo de alimentos o aditivos alimentarios.
Los alimentos que suelen producir las mayores intolerancias son los lácteos (la caseína y suero de leche), el trigo, el gluten, los colorantes rojos y amarillos y algunos conservantes. Igualmente, cada organismo es diferente, y hasta el alimento en apariencia más sano, como una fruta o verdura, puede estar generando una intolerancia alimentaria.
Existe un test, llamado ALCAT y ofrecido por el laboratorio de análisis clínicos Labmedicina, que permite conocer los alimentos que generan intolerancia a cada individuo.
Se trata de un análisis de sangre en el cual se reproduce la respuesta de las células sanguíneas frente a 150 alimentos distintos y 50 químicos, colorantes y medicamentos de consumo habitual en nuestra dieta. Gracias a este test se pueden conocer cuáles alimentos son los que nuestro organismo metaboliza en forma adecuada y cuáles son los que se debería evitar.
Para una sencilla interpretación, el resultado se entrega con un código de colores, en 3 grados de intolerancia: positivo bajo, positivo medio, positivo alto.
De esa manera se podrá elaborar un plan de alimentación personalizado, eliminando las sustancias o los alimentos que son perjudiciales para nuestro organismo.
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