Los cines de la ciudad y la provincia de Buenos Aires reabrieron al público ayer luego de estar casi 11 meses cerrados para prevenir potenciales contagios de COVID-19, con estrictos protocolos y algunos estrenos con los que esperan atraer nuevamente al público después de un largo confinamiento. En enero y febrero habían abierto algunos cines de otras ciudades del país, pero recién ahora se autorizó la reapertura en la ciudad de Buenos Aires y en provincia, que tienen casi el 65% de las salas de Argentina.
Como muchos países siguieron operando durante la pandemia, hay estrenos de películas que no han estado disponibles en Argentina, lo que ayudaría a las cadenas a impulsar a los espectadores a cambiar el sillón de casa por una butaca de cine. «Estos estrenos serán los primeros en salir y la industria a nivel mundial tiene un calendario muy completo para el 2021, con películas como ‘Fast & Furious 9’ o ‘Minions 2′», dijo a Reuters Claudio Mendez, country manager de Cinépolis, una empresa que opera cines en 18 países y forma parte de la Cámara Argentina de Exhibidores Multipantallas (CAEM).
Sin embargo, la industria espera que el flujo de estrenos comience a normalizarse a partir del segundo semestre del año, a medida que avance el proceso de vacunación en Estados Unidos y otros mercados relevantes como China, Reino Unido y México. CAEM está integrada por Hoyts General Cinemas y Cinemark, entre otros, y agrupa al 34% de las pantallas, que representan un poco más del 50% de los espectadores de todo el país.
Showcase Cinemas ya reabrió sus salas el sábado pasado y Cinemark-Hoyts lo hizo el miércoles. Los cines tradicionales, que no pertenecen a cadenas multipantallas, tardarán más en volver, ya que deberán reacondicionar sus salas. La Federación Argentina de Exhibidores Cinematográficos (FADEC), que agrupa a muchos cines locales e independientes, ha perdido un 25% de sus socios durante la pandemia y es probable que muchas salas no vuelvan a abrir, según datos del sector.
Los protocolos aprobados para la reapertura estipulan que los cines tengan un aforo del 30 por ciento en la capital argentina y del 50% en la provincia de Buenos Aires, que los asistentes utilicen mascarillas, que exista una distancia de entre 1,5 y 2 metros entre butacas ocupadas y que haya más tiempo entre funciones para higienizar y ventilar las salas. Además, los cines incentivarán el uso de los canales digitales tanto para la compra de entradas como de alimentos.
Como en otras partes del mundo, las salas de cine también enfrentan una difícil situación en Argentina, con una caída de facturación por ventas de entradas del 77,2% si se compara todo 2020 con 2019 en términos nominales, indicó Mendez. Además, luchan con una creciente oferta de estrenos en las plataformas de streaming, demoras en el lanzamiento de filmes, restricciones de aforo en las salas y el temor de la gente al COVID-19, aunque apuestan a recuperar el negocio a largo plazo.
«Aún con todos estos problemas, Cinépolis ha decidido abrir en todos los lugares donde las autoridades lo han permitido, apostando siempre por el negocio en el largo plazo, que consideramos volverá a recuperar cierta normalidad recién durante el próximo año», dijo Mendez. «Pero, a pesar de las reaperturas, la industria está lejos de retomar la normalidad, ya que los mercados que han podido reabrir han asistido en promedio entre 5% y 25% de los asistentes del 2019», concluyó.
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