La escalada de la segunda ola de coronavirus puso en tensión al sistema de salud porteño, especialmente al sector privado, que tiene una ocupación del 95% en terapia intensiva, mientras que en los hospitales públicos subió hasta al 61,1%, lo que configura una situación «crítica» y de «saturación», advirtieron distintas fuentes y especialistas del sector sanitario consultados por Télam.
El alto nivel de ocupación de camas de cuidados intensivos en la Ciudad, en tanto, obligó en la última semana a las prepagas y obras sociales a derivar pacientes a establecimientos privados de la provincia de Buenos Aires, especialmente a los partidos de La Matanza y Tres de febrero.
De acuerdo con las distintas fuentes, el sistema privado de atención médica porteña, que está integrado por 66 sanatorios y clínicas, se vio saturado y permanece en «una situación crítica» debido a la demanda de camas de terapia intensiva que osciló entre el 90% y el 95% y llegó a una cifra similar de ocupación de los sectores de internación general.
En tanto, en los hospitales porteños la semana cerró con una ocupación de camas de cuidados intensivos del 61,1%, lo que marcó una suba del 12% ya que, el lunes los registros indicaban un nivel 49,5%, el martes un 50,4%, el miércoles un 53,5% y el jueves un 56,6%.
Según datos oficiales, el 81,4% de la población de la Ciudad está afiliada a algún sistema de atención de la salud: el 46,1% a obras sociales, el 18% a medicina prepaga o mutual vía obra social, el 10% a la medicina prepaga por contratación voluntaria y el resto agrupa a los que tienen mutual o sistemas de emergencias médicas.
Mientras que el 18,6% de los habitantes tiene acceso al sistema público de salud, que cuenta con 33 hospitales: 13 generales de agudos, tres generales de niños, 14 especializados y tres odontológicos.
El viernes, el presidente Alberto Fernández le manifestó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, durante una reunión en la Quinta de Olivos, su preocupación ante «el nivel de saturación de camas en la Ciudad» y advirtió que ello ocasionó «una derivación permanente de pacientes a sanatorios y hospitales de la provincia de Buenos Aires».
La evaluación de la situación coincide con la de Fernando Araneo, pro secretario gremial de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada, quien en declaraciones a Télam dijo que «la situación en las clínicas privadas de la Ciudad, con esta explosión de casos, se saturó» y contó que «en muchos centros de salud privados hay ocupación de camas clínicas en el sector de guardia».
«La situación está complicada. Hay pacientes que requieren internación y están a la espera en los pasillos con el oxígeno o algunos están horas para conseguir una cama y terminan siendo derivados a la Provincia», indicó.
Christian Van Gelderen, director médico de la clínica Sagrada Familia y miembro de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra-Cedim), precisó que al viernes «la ocupación de camas en piso era del 89% en el Área Metropolitana, mientras que llega al 93% en el sector de la terapia intensiva».
«En la Ciudad, un 53% de las camas de terapia asisten a enfermos de Covid», señaló y explicó que los pacientes con coronavirus permanecen más tiempo en cuidados intensivos que los que tienen otras patologías y llegan a estar en promedio unos diez días.
Por su parte, Jorge Gilardi, presidente de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires, dijo que «la situación que se observa en los hospitales públicos es crítica y de saturación, pero no de colapso porque eso ocurre cuando no se puede atender más a ningún paciente».
Entre los hospitales que registran una mayor cantidad de demanda en la atención, Gilardi mencionó al Argerich, el Fernández, el Santojanni y el Muñiz, además de los que están situados en «zonas periféricas» que lindan con la provincia de Buenos Aires como el Zubizarreta, el Penna y el Piñero.
«El día a día es muy complicado, el personal médico está muy desgastado y creo que tenemos que cuidar a los que nos cuidan», dijo y llamó a «regular esta segunda ola de casos ya que estamos al límite con un nivel de camas ocupadas que, para nosotros, está alrededor del 70% en el sector público».
Al respecto, Rodríguez Larreta admitió que «circunstancialmente alguna persona que vive en la Ciudad se atienda en la Provincia», pero remarcó que «en la realidad, cuando miramos los datos lo que sucede es totalmente al revés».
«El 30% de las camas de terapia intensiva, tanto públicas como privadas, están ocupadas por residentes de la Provincia de Buenos Aires, como sucede habitualmente en la Ciudad más allá de la pandemia», señaló ayer durante una conferencia de prensa.
No obstante, la Cámara de Prestadores de Salud del Conurbano advirtió sobre un incremento en el traslado de pacientes porteños a clínicas de la provincia de Buenos Aires.
Guillermo Barreiro, vicepresidente de Cámara, explicó que en los últimos días, «ante un panorama de alta ocupación de las camas disponibles en terapia intensiva, las clínicas porteñas comenzaron a derivar pacientes a los establecimientos privados bonaerenses, especialmente a los partidos de La Matanza y Tres de febrero».
Asimismo, se conoció esta semana el caso de la jueza Nacional de Ejecución Penal de la Ciudad de Buenos Aires María Jimena Monsalve, quien contó en su cuenta de Twitter la dramática situación que vivió cuando, contagiada con coronavirus, esperó sintiéndose «destruida» 15 horas para acceder a una cama de internación en un sanatorio porteño.
«Estoy ingresada en un sanatorio con Covid. No hay cama. Desde las 15 horas no me derivan. Sentada en una silla, destruida. Hace 30 años aporto. Contagio por hijo escolar. Soy asmática y me cuide como pocos. Nadie dice esto en los medios», posteó en su cuenta.